Buena
LO QUE LA VIDA LES DEJÓ
Por Rocío Belén Rivera
Una estación de tren de pueblo. Cinco amigas. Historias, fracasos y revelaciones. La vagina enlutada deviene como un sinceramiento hiriente y necesario cuando la vida nos pone en un aprieto del cual no podemos escapar. ¿Qué aprieto? La guerra de los sexos, o el enojo del género femenino ante sucesivos fracasos en el plano sentimental.
El quinteto formado por Ana Padilla, Silvia Pérez, Mónica Salvador, Jessica Schultz y Cecilia Tognola logra transmitir al público el sentimiento de agotamiento ante la simulación de la vida perfecta. La espera de ese tren, que permite la creación de una atmósfera tensa y densa que habilitará el sinceramiento, se desarrolla entre charlas, peleas, reclamos y recuerdos compartidos. Entre las protagonistas encontramos las más diversas personalidades, que se definen por su devenir amoroso: la abandonada, la engañada, la otra, la viuda y la homosexual. Los espectadores descubren el pasado que marca la caracterización de los personajes desde una narración interrumpida: si bien la acción ocurre en esa estación de tren, los monólogos interiores de las distintas mujeres permiten actualizar sus historias, sus miedos y sus fracasos, los cuales se viven de manera intensa, ya que en los soliloquios las protagonistas permiten la expresión de sus más profundos sentimientos.
Estas interrupciones se intensifican por un uso dramático de la luz, que permite enfocar al personaje catártico, dejando el resto de los personajes a oscuras, lo que posibilita direccionar la atención de los espectadores. Tanto el desarrollo de la historia, que evoluciona principalmente por el diálogo que mantienen las mujeres, como los monólogos, están cargados de un humor sarcástico y de un dramatismo profundo. Se destaca la dinámica de las cinco como equipo de trabajo, aunque se subrayan las interpretaciones llevadas a cabo por Silvia Pérez, Jessica Schultz y Mónica Salvador, siendo éstas quienes están en escena desde el comienzo hasta el final de la obra. La escenografía es adecuada, ya que permite recrear una estación de tren de un pueblo del interior de Buenos Aires, pero pierde protagonismo ante la fuerza de los diálogos y los parlamentos de las cinco mujeres.
Con actuaciones pertinentes y un guión rico en reflexiones sobre cómo vivimos la vida, La vagina enlutada permite la reflexión sobre las mujeres y los distintos estereotipos femeninos que circulan en la sociedad. Sin embargo, habilita a pensar también que no es sólo la relación con los hombres o la concreción de una vida amorosa exitosa lo que define a los seres humanos, sino que la existencia humana se compone de muchos otros aspectos, que son igual de importantes que el que la obra trata.
Director: Gastón Marioni Autor: Walter Ghedin Adaptación: Gastón Marioni Actúan: Ana Padilla, Silvia Pérez, Mónica Salvador, Jessica Schultz, Cecilia Tognola Producción general: Silvia Ponce Producción ejecutiva: Pablo Silva Vestuario: Pablo Battaglia Diseño del espacio: Eliana Sánchez Asistencia de dirección: Gisele González, Gabriella Genni González Fotografía: Gianni Mestichelli Sala: El Tinglado Teatro (Mario Bravo 948, CABA) – Domingos a las 20:15. Hasta el 30 de octubre.
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