
Por Rodrigo Seijas
ATENCIÓN: SPOILERS
Un capítulo sólido de The walking dead, con una narración ajustada y funcional tanto a los diversos dilemas personales que vienen atravesando los personajes como al foco de conflicto central, que es esa naciente guerra con los Salvadores bajo el comando de Negan. Not tomorrow yet es un ejemplo también de cómo ir construyendo toda una serie de tensiones que terminan de explotar en los minutos finales, donde el director Greg Nicotero demuestra que podría ser un digno heredero tanto de Michael Mann como de John Carpenter.
La mayoría de los personajes tienen su espacio de lucimiento en este episodio, siempre con la decisión capital de emprender una misión para asesinar a Negan y su grupo, aunque la que termina adquiriendo mayor centralidad es Carol, como si la serie quisiera congraciarse un poco con un personaje que había quedado un tanto relegado últimamente, perdiendo fuerza dramática. Ya desde el comienzo, con el retrato de su rutina como figura maternal y amorosa desde lo culinario, que expone su dualidad, Not tomorrow yet nos sitúa en su punto de vista, incluso cuando no está en pantalla. La vemos teniendo que sostener el encubrimiento sobre las acciones pasadas de Morgan, iniciando por fin un vínculo romántico con Tobin, cuestionando lo que es obvio –que Maggie, a pesar de tener sus razones éticas y morales, no debería formar parte de la partida encargada de asesinar a Negan- y finalmente asumiendo un rol problemático para su naturaleza, que la llevará a una situación aún más problemática.
Aún con todo lo que transcurre bajo el prisma de Carol, suceden muchas cosas más: Abraham decide hacerse cargo de que su relación con Rosita ya no da para más, y la corta recurriendo a un par de frases demoledoras, muy dignas de su persona; Tara le dice por primera vez a Denise que la ama; Gabriel vuelve a convencerse que, aún en medio del infierno, puede seguir siendo el Padre Gabriel; Rick reafirma su liderazgo a partir de transmitir su convicción de que para comer, no les va a quedar otra que matar, y de paso sigue demostrando lo fácil que le resulta ser un salvaje (la escena donde le da puñetazos a una cabeza es tan graciosa como terrible); Glenn y Heath buscan asumir juntos, casi como si fueran una pareja, lo que implicará cometer homicidio para sus almas…
Y todo termina decantando en un tiroteo notable, donde el diálogo con el cine de Carpenter surge a partir de la banda sonora y la construcción de climas de agobiante anticipación, mientras que el contacto con la estética y narrativa de Mann se da en toda una sucesión de acción donde impera un profesionalismo ya asumido y cristalizado, o un profesionalismo en construcción. Planos cortos y perfectamente encuadrados para una secuencia estupenda, que transmite una sensación permanente de que cualquier cosa puede suceder. Y cuando parece que todo salió relativamente bien, surge de la nada la motocicleta que supo ser de Daryl y finalmente una comunicación inquietante de una mujer que afirma tener de rehenes a Carol y Maggie.
Daría la impresión de que Not tomorrow yet tomó a Carol como foco como una forma de anticipar algo: ¿será el fin para este personaje? ¿Qué pasará con Maggie? Lo que sí queda claro es algo que Rick y su grupo aún no saben que Negan sigue por ahí, vivito y coleando…
Recapitulación de The walking dead: Not tomorrow yet https://t.co/KsXYrlnTma https://t.co/SN2fLe8SOi
— Detrás de la cámara (TrasLaCama…