Título original: Red Sky
Origen: EE.UU.
Dirección: Mario Van Peebles
Guión: Adam Prince, Dave Riggs, Nikolay Suslov, Mario Van Peebles, basado en los personajes creados por Randy Arrington
Intérpretes: Cam Gigandet, Rachael Leigh Cook, Mario Van Peebles, Jacob Vargas, Randy Arrington, J.C. Chasez, Alex D’Lerma, Troy Garity, Jason Gray-Stanford, Maria Guzeeva, Kyle T. Heffner, Martin Kove
Fotografía: Ronald Hersey
Montaje: Steve Mirkovich
Música: Tim Williams
Duración: 100 minutos
Año: 2014
Compañía editora: Blushine
4 puntos
En cielo aburrido
Por Rodrigo Seijas
Mario Van Peebles es hijo del legendario actor, director y guionista Melvin Van Peebles, quien fue uno de los máximos impulsores del cine enfocado en la comunidad afroamericana en Estados Unidos, principalmente a través de un film titulado Sweet Sweetback’s Baadasssss Song (1971). De hecho, es el realizador de un interesante documental/homenaje a esa película llamado How to get the man’s foot outta your ass (2003) -que contó con producción ejecutiva de Michael Mann- y ha desarrollado una prolífica carrera como actor, guionista y director tanto en cine como en televisión. En cielo peligroso, lamentablemente, no es su mejor obra.
No deja de ser un producto raro, difícil de clasificar En cielo peligroso, porque tiene nombres interesantes en su elenco -Cam Gigandet, Shane West, Troy Garity, Rachel Leigh Cook, el propio Van Peebles, Bill Pullman en un papel secundario- pero tanto su nivel de producción como su argumento son muy de segundo orden, y todo parece de cartón pintado. El film roba de varias fuentes del género bélico y de su subgénero militarista, ese que amaga con criticar las instituciones militares pero que al final, aferrándose a las nociones del compañerismo y el deber del soldado, las termina confirmando. Se pueden rastrear vínculos con cintas como Acto de valor, El sobreviviente, Tras líneas enemigas, Pearl Harbor, Top Gun, Stealth, La caída del halcón negro y un largo etcétera, pero con mucha menos guita y hasta menos ganas.
Lo que termina de convertir a la película en una rareza absoluta es la forma en que va acumulando tramas y subtramas, centrándose inicialmente en un escuadrón de pilotos que, tras una fallida operación donde reciben órdenes falsas, caen en desgracia. La única forma de redimirse será realizar una nueva operación de manera clandestina para recuperar un arma de destrucción masiva. En el medio habrá un triángulo amoroso, intrigas vinculadas al espionaje, amistades rotas, traiciones, lealtades destruidas y reconstruidas, redenciones y dramas paterno-filiales, pero a pesar de esta sumatoria casi absurda de líneas narrativas, En cielo peligroso aburre bastante. Todo luce hecho demasiado a las apuradas, sin rigor y eso atenta contra el impacto del relato.
En cielo peligroso gana un poco de vigor en los enfrentamientos finales, pero no consigue abandonar su apariencia clase B y ni siquiera posee un espíritu realmente simpático como para convertir esto en virtud. Por suerte no da para tomársela muy en serio, con lo que su apología del intervencionismo ni siquiera molesta. Lo que sí, es una absoluta pérdida de tiempo.