Buena
Pequeñas intenciones concretadas
Por Rodrigo Seijas
Hay un tono pequeño, ligero y a la vez pícaro y juguetón en Convocados, que inmediatamente genera simpatía y hace que su desarrollo sea sumamente llevadero. El planteo tiene su vuelo poético, pero no deja de evidenciar una fuerte simplicidad, lo cual no le quita valor: todo tiene lugar durante una noche, con dos personas, un hombre y una mujer (Jorge Capussotti y Silvia Copello), que llegan convocados por el amor –definido como un quinto elemento, de apariencia frágil pero que es en verdad la fuerza más grande de todas- y va hilvanando relatos marcados por el tango como fuerza motriz.
Aún desde su ligereza, Convocados no deja de buscar a un espectador que pueda congeniar con su propuesta, que parte de una visión idealizada del amor para ir explorando el vínculo entre el hombre y la mujer, estableciendo un juego de tensiones, de avances y retrocesos, de declaraciones, reproches y coqueteos. Allí el tango desempeña un papel fundamental, apelando a canciones emblemáticas como Baldosa floja, Pero yo sé, Pasional, Ahora no me conocés, Tal vez será su voz, Pedacito de cielo, Paciencia y Me enamoré una vez, entre otros. El gran mérito de la obra es tan simple como difícil de lograr: los temas se integran a la narración, complementándose con los diálogos y monólogos, pero exhibiendo un aura propia dentro de lo que se cuenta.
Pero además, a pesar de que le pide al público un grado de compenetración alto, Convocados va desplegando una serie de herramientas que la convierten en una experiencia integradora: no sólo construye un relato (compuesto por varios pequeños relatos) llevadero que no resigna complejidad en su mirada sobre la masculinidad y la feminidad, sino que jamás se permite caer en la pesadez, lo ceremonioso o la falsa impostura, siempre sosteniéndose en un clima festivo y alegre, donde igual se puede intuir una tenue melancolía. En esto son fundamentales las interpretaciones de Capussotti y Copello, en el tono requerido y permanentemente en igualdad de condiciones en sus respectivos tránsitos por un escenario a la altura de los espectadores y que reclama una presencia lo suficientemente fuerte para generar empatía pero con la sutileza justa para no ser avasallante.
Un rejunte de cuentos que trasciende la fragmentación para llegar a ser un todo, Convocados no quiere ser más de lo que es, y en ese plantarse en un lugar erigido a partir de las pequeñas intenciones, es donde se consolida como un espectáculo agradable y abarcativo, que hasta incluye a una audiencia que, como quien escribe, no es conocedora del universo tanguero. La belleza de lo ligero es altamente meritoria, y Convocados es un buen ejemplo de eso.
Actúan: Jorge Capussotti, Silvia Copello Iluminación: Mariano Pozzi Prensa: Tehagolaprensa Sala: Teatro Del Pasillo (Colombres 35 – CABA) – Viernes a las 21:00.
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