Título original: Bad Ass 2: Bad Asses
Origen: EE.UU.
Dirección: Craig Moss
Guión: Craig Moss
Intérpretes: Danny Trejo, Danny Glover, Andrew Divoff, Jacqueline Obradors, Elizabeth Barondes, Dante Basco, Federico Berte, Damien Bray, Charlie Carver, Al Coronel, Sarah Dumont, Patrick Fabian, Sergio Garcia
Fotografía: Paul Marschall
Montaje: Clark Burnett
Música: Todd Haberman
Duración: 91 minutos
Año: 2014
Compañía editora: Blushine
5 puntos
Un poco mejor que la primera
Por Rodrigo Seijas
Después de Un tipo rudo, teniendo en cuenta que la segunda parte presenta al mismo realizador, y que la única innovación es agregar a Danny Glover como pareja justiciera de Danny Trejo, mucho no se podía esperar. Y aunque en algunas cuestiones Un tipo rudo 2 es excesivamente previsible, no deja de representar una mejora sustancial -y sin embargo insuficiente- respecto a su antecesora.
Pareciera que durante los dos años que pasaron entre las dos entregas el director y guionista Craig Moss tomó un curso intensivo de narración y puesta en escena, o le empezó a dar más importancia al oficio de cineasta, o pasó a disponer de un mayor presupuesto, o todo eso junto, porque es innegable que hay una mayor fluidez en el relato de Un tipo rudo 2 y un mejor manejo de la acción. Esto sucede en buena medida porque a la película le viene bien el entrar en el terreno de la buddy movie, género donde encima Glover -a partir de su experiencia en la saga de Arma mortal– es un experto y sabe cómo acomodarse, sin quitarle el protagonismo a Trejo pero tampoco sin perder oportunidad para su propio lucimiento.
De ahí que en algunos pasajes, la historia, que encuentra a Frank Vega (Trejo) uniéndose con un viejo agorafóbico llamado Bernie Pope (Glover) para limpiar las calles de Los Angeles a partir de la muerte de un boxeador discípulo de Frank por un asunto de drogas, funcione relativamente bien, haciéndose cargo con humor de ese planteo que roza lo inadmisible de dos vejetes capaces de enfrentarse a los peores mafiosos y patearles el trasero. A tal punto no podemos tomarnos en serio toda la trama, que tenemos al argentino Ignacio Serricchio como un mafioso que remarca permanentemente su lugar de origen a través de insultos -evidentemente nadie puede decir “la concha de tu madre” como un argentino- y al venezolano Andrew Divoff (conocido por su labor en Wishmaster: el amo de los deseos) como el padre de Serricchio y el villano principal, un cónsul argentino que tampoco puede parar de putear a diestra y siniestra.
A Un tipo rudo 2 igual le falta energía y vigor, además de sobrarle minutos, como para constituirse a fondo en un digno entretenimiento Clase B. Es más redonda que Un tipo rudo, pero tampoco ese es un gran mérito.