Una película de terror que no es como cualquiera de los estrenos habituales del género, pero que más allá de sus particularidades no logra generar un interés real.
Esta adaptación del juego de mesa pergeñada por John Francis Daley y Jonathan Goldstein entiende bastante bien lo que pide el relato y construye una aventura que nunca se detiene.
Este spinoff/continuación pretende revitalizar a la saga pero los resultados que ofrece son tan flojos que posiblemente la termine conduciendo a su muerte definitiva.
Reversión del clásico monstruo de Mary Shelley, que piensa más a los creadores que a la criatura. Un film que luce sólo por su ambientación y vestuario.