Una comedia romántica realmente floja, que juega sin imaginación ni vuelo con la idea de una pareja aburrida que busca nuevas experiencias para darle aire a su vínculo.
Séptima entrega de la extensa saga del perro Beethoven, ahora el San Bernardo es una estrella de cine caída en desgracia. Un film pequeño y chatarrero, que no deja de ser divertido y honesto.