Esta vez, Adam Sandler se pone al servicio de un protagónico para una de sus hijas, en una comedia adolescente que, sin ser novedosa, entiende lo que tiene que contar y cómo contarlo.
La tercera colaboración entre Adam Sandler y Netflix vuelve a evidenciar los problemas del actor para repensar y renovar su cine, en un film con varias pero fallidas ideas.