Este film de estafas parece despreciar el género en el cual se inscribe y construye un relato solemne y carente de energía, que se vuelve predecible casi inmediatamente.
En algún momento de nuestras vidas tuvimos una sola plataforma para ver películas. Pero hoy la oferta se multiplica y nuestra vida acumula iconitos en la pantalla del celular.