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Roberto “Polaco” Goyeneche. Las formas de la noche

Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Marcelo Goyeneche
Guión: Marcelo Goyeneche
Participan: Roberto Goyeneche, Luisa Mirenda, Roberto Goyeneche (h), Jorge Goyeneche, Lorena Goyeneche, Adriana Varela, José Colángelo, Litto Nebbia, Néstor Marconi, Julio Dávila, Esteban Morgado, Gustavo Varela, Matías Longoni, Gabriel Soria, Jorge Boccanera, Víctor Bertolini
Fotografía: Sebastián Farfalla
Montaje: Julia Straface
Sonido: Lucho Corti
Duración: 103 minutos
Año: 2023


6 puntos


UN CANTOR, UN GÉNERO Y LA HISTORIA

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Había una máxima hace varios años, que no sé si sigue valiendo, que decía que el tango te esperaba a la vuelta de la esquina de la vida, a partir de los 30, o un poco más (la vida se extendió tanto que vaya uno a saber dónde están la esquina y el retome ahora). La verdad, dudo que hoy el tango mantenga ese lugar de relevancia, porque intuyo que para aprehenderlo hay que haberlo mamado un poco. Porque, ya sabemos, primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento. Y vaya uno a saber qué pasará con el tango en las nuevas generaciones, además, donde todo lo que huele a masculinidad (llorona, pero masculinidad al fin) es mirado con cierta desconfianza. Por eso una película como Roberto “Polaco” Goyeneche. Las formas de la noche luce como un objeto extemporáneo, dedicado a una de los máximos cantores de un género que hoy parece un poco muerto, sin la centralidad del pasado y sobreviviendo en los márgenes de la cultura popular, más allá de esa revalidación en formato eléctrico que tuvo hace unos años con los Gotan Project o los Bajofondo Tango Club.

El documental de Marcelo Goyeneche recorre la vida del “Polaco”, uno de esos artistas que a pura reinvención logró estirar los límites del tango, darle un poco más de vida cuando en los 90’s comenzaba a ser un objeto de museo. Goyeneche es una figura fundamental del género, mucho más allá de su talento como cantante, porque en su búsqueda personal mixturó, relacionó, multiplicó. Y en él se puede trazar un mapa de la historia del tango. De los tiempos de los cabarets y los clubes, a los grandes escenarios con orquestas gigantescas, al cruce con los modernistas, como Astor Piazzolla, y al tango exportable de los 80’s, para concluir una carrera enmarcado como figura legendaria en los 90’s, alabado por propios o extraños (y yo sé que ahora vendrán caras extrañas) como esos roqueros que eran ahora la voz generacional.

Todo eso está en el documental, narrado por la propia voz de Goyeneche a través de entrevistas o de testimonios de especialistas y los propios familiares del cantante, entre ellos su esposa, Luis Mirenda, quien murió en 2020 a los 91 años. El documental avanza con prolijidad, sabiendo que cuenta con una cantidad enorme de información y que la tiene que disponer con claridad. A veces queda un poco preso de ese recorrido cronológico, pero en otros pasajes tiene la sabiduría como para construir pasajes de genuina emoción o revelación, con imágenes que creíamos perdidas en nuestra memoria. De aquel “Polaco” de traje y corbata al frente de la orquesta de Aníbal Troilo a ese “Polaco” en jogging cantando junto a un Jorge Donn que lo agarraba de la mano en un programa de Juan Carlos Mareco hay toda una historia, un pasaje, una transformación, que habla también de los cambios sociales y de las formas de cada tiempo. Hablar de un artista que atravesó varias décadas en la cima es también un poco hablar de ese proceso que atravesó. Es un poco ellos y un poco nosotros, la historia compartida. Roberto “Polaco” Goyeneche. Las formas de la noche tiene esa pertinencia que lo distingue, aunque yo siga en la duda respecto de si las nuevas generaciones llegarán alguna vez al tango.


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