Por Mex Faliero
NdR: Este texto contiene spoilers.
Una gran jugarreta nos hicieron los creadores de Only murders in the building, ya que algunas noticias que giraron durante la tercera temporada nos hacían prever que la serie terminaría este año. Sin embargo, como lo vieron todos, un nuevo crimen acecha al trío de podcasteros y uno que ya es bastante personal. Opening night, dirigido por Jamie Babbit, finalmente puso en escena el debut de la obra que vimos preparar a lo largo de nueve episodios, mientras que entre bambalinas se resolvía el crimen que ya había mostrado algunas puntas en el episodio anterior: la serie sorteó finalmente con holgura el hecho de salir del Arconia para ubicarse en otro espacio, que terminó teniendo la personalidad como para ser un personaje más con sus múltiples recovecos y anécdotas varias. Finalmente, Donna DeMeo (Linda Emond) estaba involucrada en el caso, pero no había sido la asesina. Sosteniendo el eje temático de esta temporada, la revelación final mostró que Donna no hacía más que lo que habían hecho otros personajes a lo largo de estos diez episodios: estaba protegiendo a su hijo, Clifford (Wesley Taylor). Tobert (Jesse Williams), te pido disculpas. Only murders in the building logró en esta tercera temporada una unidad temática y formal muy precisa, haciendo que tanto el misterio como la comedia se balanceen sobre su conflicto principal. Digamos, un nivel de sofisticación que alcanzan aquellas series que logran cierto nivel de perfección, que es el que alcanzó por momentos Only murders in the building este año, más allá de un comienzo algo confuso. De hecho, este final de temporada fue el mejor de la serie en sus tres años. Hacia el final, Charles (Steve Martin), Oliver (Martin Short) y Mabel (Selena Gomez) amenazan con separarse y seguir cada uno su camino, pero sin saber lo que ocurriría en la última escena mientras festejan el éxito del estreno. Sazz (Jane Lynch) subió al departamento de Charles y, obviamente porque es su doble de riesgo y es parecida (?), alguien se confundió y la mató de un tiro en el pecho. El destinatario, está claro, era Charles. ¿Quién le tiene tanto odio como para querer asesinarlo? Lo lamento, para descubrirlo tendremos que ver la próxima temporada de Only murders in the building. Ahí estaremos.
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