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Temas propios

Título original: Idem
Origen: Uruguay-Argentina
Dirección: Guillermo Rocamora
Guión: Guillermo Rocamora
Intérpretes: Diego Cremonesi, Ángela Torres, Valeria Lois, Franco Rizzaro, Alfonso Tort, Roberto Suárez, Vicente Luan
Fotografía: Julián Apezteguia
Montaje: Fernando Epstein, Eliane Katz
Música: Martín Rivero
Duración: 91 minutos
Año: 2023


7 puntos


SÓLO TUS CANCIONES

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Hace ya una década, el uruguayo Guillermo Rocamora estrenaba su ópera prima Solo, una comedia dramática que era más drama que comedia, pero que tenía la habilidad como para nunca caer en el melodrama y sostenerse en una línea donde la amabilidad y la humanidad eran valores estéticos. El protagonista de aquella película era un tipo solitario, algo patético, cuya mayor conexión emocional se generaba en su relación con la música. Algunos elementos se repiten en Temas propios, aunque agigantados porque al hombre patético lo acompaña una familia algo disfuncional, aunque lo que importa es que otra vez el director acierta en el tono, de comedia dramática familiar atravesada por lo musical, que nunca se desborda y que se sostiene en personajes sólidos, vínculos atractivos y cierta ligereza que hacen de la película una experiencia sumamente agradable.

Acá lo que tenemos es un matrimonio divorciado, ella (Valeria Lois) una profesora de inglés que da clases particulares en su hogar y él (Diego Cremonesi) una suerte de tiro al aire que vive en un local gigante que puso a la venta y con el que espera poder rehacer su vida cuando consiga ese dinero fresco. En el medio, los hijos adolescentes Manuel y Agustín (Franco Rizzaro y Vicente Luan, respectivamente) que tienen una conexión con el padre, un ex rockero venido a menos, a través de la música: El más grande es guitarrista y el más chico, baterista. Los chicos, que habitan con su madre un hogar donde reina la incomunicación (es muy buena la utilización del inglés para connotar esa interferencia en los diálogos), terminarán formando una banda con su padre que servirá para que estos renueven la relación con su progenitor y para aquel, como una forma de recuperar un pasado que quedó trunco.

Si bien Temas propios tiene elementos relacionados con el coming-of-age, no es sólo eso: Le importan tanto el destino de sus dos jóvenes, especialmente el más grande, como el del padre. Posiblemente el personaje de la madre quede un poco desdibujado, aunque está claro que al film le interesa más la relación paterno-filial. Entonces avanza en el registro de ese vínculo, que se va armando y desarmando de la misma manera que las canciones que van componiendo. Y precisamente en el uso de las canciones, la película de Rocamora encuentra un gran elemento que sintetiza tanto las aspiraciones de sus personajes como sus objetivos. Porque si para el hijo más grande, en la persecución de un camino y una motivación personal, lo importante es componer esos temas propios que le den una identidad, para el padre lo que importa es volver a la escena, aunque sea interpretando un cover de Mi historia entre tus dedos de Gianluca Grignani. Y sobre esas diferencias la película encontrará los giros de un guión que acierta hacia el final al tomar decisiones sumamente personales, aunque sin los vicios de la búsqueda de originalidad: Aquí no hay nada forzado, sino más bien el lógico devenir de individuos que pretenden forzar lazos sanguíneos que nunca fueron. Temas propios logra cristalizar, con el aporte de la supervisión musical del gran productor Juan Campodónico y en un final tan anticlimático como ajustadísismo, esas desilusiones constitutivas de la vida. Porque en el fondo, Temas propios parece preguntarse de dónde vienen las canciones, el gesto artístico, y aportar alguna respuesta en el dolor.


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