Título original: Idem
Origen: Argentina / Bolivia
Dirección: María Laura Cali
Guión: María Laura Cali
Testimonios: Raquel Rocchietti, Penélope Moro, Melody Moro, Hugo de Marinis, Gloria Beretervide, Marco Antonio Moscoso Alvestegui, Percy Katary, Alfonso Ossandon, José Aramayo, Huilly Ugarte Gutiérrez
Fotografía: Sergio Bastani, Libio Pensavall
Montaje: Camila Menéndez
Música: Cergio Prudencio
Duración: 95 minutos
Año: 2023
6 puntos
ÚLTIMOS DÍAS DE LA VÍCTIMA
Por Mex Faliero
Sebastián Moro fue un periodista mendocino que se interesó siempre por las temáticas relacionadas con los derechos humanos, con una mirada especialmente centrada sobre la realidad de Latinoamérica. Cuando en 2015 asumió el gobierno de Mauricio Macri, su participación en la radio estatal mendocina comenzó a verse progresivamente limitada (incluso eliminaron sus más de 200 notas sobre los denominados “Juicios por la verdad”), lo que lo llevó a tomar la decisión de emigrar del país y recalar en Bolivia, donde claramente su posición política coincidía con la del gobierno de Evo Morales. Allí trabajó en medios afines al oficialismo. Sin embargo, el giro del destino no podía ser más macabro: Moro encontraría allí la muerte en noviembre de 2019, en medio de la creciente tensión política del país vecino, con las fuerzas militares y algunos sectores de la sociedad exigiendo la salida del presidente. Se sospecha que Moro fue secuestrado mientras caminaba por la calle, torturado y golpeado. A raíz de las heridas, el periodista permaneció varios días internado, hasta que finalmente falleció. Esa historia, pero particularmente esas horas previas a su muerte, son las que narra la directora María Laura Cali en su documental Sebastián Moro, el caminante.
Además de ser un documental sobre la obra y el crimen de Moro, la película se permite ofrecer una mirada sobre aquellos tiempos convulsionados en Bolivia. Hay que decir en este sentido que el documental de Cali forma parte de un programa. Está claro el vínculo entre la directora con las ideas de Moro, cierta pertenencia ideológica, y la escasa intención de la película por poner en crisis el discurso del protagonista. Incluso cuando el propio Moro reconoce en determinado momento que a Evo Morales lo conducen más sus deseos que la verdad, a la directora poco le interesa indagar en ese camino y sí -por el contrario- sostener la versión de que hubo un golpe de estado contra el mandatario boliviano. No es motivo de este texto discutir eso, pero sí pensar las herramientas discursivas que la película utiliza. Sebastián Moro, el caminante es cine militante, algo que en ocasiones puede resultar molesto debido a que el dispositivo cinematográfico suele quedar relegado y a merced de una imaginario prefijado. El cine, en este plan, es una excusa. Ahora bien, a diferencia de muchas películas en este sentido, este documental incorpora en su diseño un elemento que resulta fundamental: Además de las entrevistas y el recorrido por la vida del protagonista, se vale de los mensajes de WhatsApp que Moro le mandaba desde Bolivia a su familia. Es ese relato oral el que le termina otorgando a la película un carácter documental de gran poder, también un aire trágico revelador. La voz del periodista, el tono, el registro cercano, dan la idea de alguien que en cierta forma presagiaba su muerte. El clima tenso de aquella Bolivia se respira progresivamente en cada audio de Moro, lo que vuelve angustiante al último tramo del documental.
De esta manera la inteligencia de la directora para descubrir dónde estaba la potencia del relato es evidente, y aleja a la película de la mera herramienta discursiva para imponer una mirada más interesante cinematográficamente. Sebastián Moro, el caminante es entonces el retrato de los últimos días de alguien que entregó su vida por una causa. Y hay en eso un gesto decididamente emocionante.
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