Por Mex Faliero
La primera escena de Go forward, el primer capítulo de la quinta y última temporada de The marvelous Mrs. Maisel, nos desconcierta un poco: Es 1981 y un personaje asiste a una sesión con su terapeuta. Pero pronto descubrimos que la paciente no es otra que Esther (Alexandra Socha), la hija de Joel (Michael Zegen) y “Midge” (Rachel Brosnahan), que ahora tiene 23 años y evidencia con extrema neurosis las consecuencias de la neurosis de sus padres. Claro, todo pero todo lo que le pasa tiene que ver con su madre. Es el centro, pero de la manera que tienen centro los tornados: arrastrando todo a su paso. Tras este salto temporal, tras esa pequeña muestra de lo que sucederá en el futuro de los personajes, volvemos a los 60’s. Claro, no inocentemente ese avance tiene que ver con el avance que “Midge” tendrá que animarse a dar en este comienzo de temporada, un paso que podría abrirle las puertas en las primeras ligas del mundo del entretenimiento y que tiene que ver con aquello que se debatía en el final de la cuarta temporada. Dirigido por Amy Sherman-Palladino, Go forward fue un regreso a la mejor forma de la serie, que en la temporada anterior se vio un poco estandarizada. Luego de ese prólogo, la serie hace lo que mejor sabe: poner a varios personajes a interactuar en un espacio cerrado, mientras los diálogos se cruzan, la cámara se pasea como en un ballet y las actuaciones despuntan un timing cómico inmejorable. Allí tenemos a Susie (Alex Borstein) siendo invocada por Rose (Marin Hinkle) y Abe (Tony Shalhoub) para que se encargue de “Midge”, que sufre las consecuencias de un enfriamiento tras vagar por una Nueva York bajo cero y nevada. Hay chistes sobre amputaciones de dedos y sobre dientes rotos, que no son otra cosa que expresiones de incomodidad de personajes que tienen que tomar decisiones si quieren dar pasos hacia adelante. Hay un almuerzo de Acción de Gracias igualmente delirante, donde la puesta en escena aprovecha estupendamente la división del espacio entre la mesa para los grandes y la mesa para los chicos. Y donde hay confesiones como las del divorcio de los padres de Joel, y el anuncio de este de que se va a casar y va a ser padre, algo que a los pocos minutos nos enteraremos que no va a ser así: su mujer se muda y se hizo un aborto. “¿La conozco?”, le pregunta la madre: “Sí, jugaron a las cartas en el hospital”, le responde Joel a lo que la madre concluye. “¿Y le gané?”. The marvelous Mrs. Maisel es una serie que funciona mejor cuando pone el pie en el acelerador y el puntapié inicial de la temporada no podía ser mejor.
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