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MAR DEL PLATA 2022: Competencia Internacional – Día 3

En la pelea por el Astor de Oro se sumaron hoy la franco-portuguesa Lobo e cao, de Cláudia Varejao, y la canadiense So much tenderness, de Lina Rodriguez.


Lobo e cao de Cláudia Varejao / 6 puntos


Una isla en el medio el océano Atlántico llamada Sao Miguel. Todo lo idílico que puede ser el paisaje no se corresponde necesariamente con la idiosincrasia del lugar y con siglos de tradición donde la religión y el mandato patriarcal determinan conductas y asigna tareas según las concepciones sobre lo masculino y lo femenino. Cómo romper ese cerrojo a través de nuevas generaciones que pretenden un mundo más libre y abierto a las propias elecciones es uno de los ejes centrales de la película. Ana y Luis son los jóvenes que catalizan esta necesidad de comprensión y de aceptación, y quienes ponen en crisis un universo consagrado al trabajo (la pesca) y las procesiones católicas. Dos son los mundos, entonces, que colisionan. El de los adultos atados a las convenciones y el de los jóvenes que, con espíritu festivo, consolidarán sus rituales mientras los demás duermen o miran para otro lado. Asumir las identidades sexuales sin prejuicios, bailar, festejar, son formas de resistencia que, a pesar de las dificultades, buscan ser al menos el comienzo de un cambio de mentalidad en la isla. Se nota el pulso documental de la realizadora y un trabajo con la comunidad que no resulta forzado. Pero esa misma impronta documental resiente, acaso, la fluidez narrativa de una ficción que no parece terminar de armarse más allá de algunas escenas notables, sobre todo cuando se produce la llegada de canadienses al lugar, lo que potencia los deseos y las fantasías, además de la vitalidad. Varejao postula una necesidad: desatar los nudos familiares y ancestrales para un mundo más justo y libre. Guillermo Colantonio


So much tenderness de Lina Rodriguez / 5 puntos


Una mujer colombiana huye de su país, luego de que su marido es asesinado, y recala en Canadá, a donde ingresa escondida en el baúl de un auto. Al poco tiempo llega su hija y juntas intentan reconstruir su vida tras la tragedia. La película de Rodriguez cuenta la historia valiéndose de grandes elipsis y tiempos muertos, como si la cotidianeidad de estas mujeres nunca fuera un espacio de incomodidad al que no pertenecen: las idas y vueltas con la lengua, un poco en inglés y otro tanto en castellano, es un ejemplo de esa incertidumbre. Otra incertidumbre tiene que ver con la muerte del padre y con la aparición de alguien que posiblemente tuvo que ver con el crimen. En esos pasajes el film borde el thriller, pero está bien claro que a Rodriguez no le importa eso. O si le importa, lo hace desde un costado sociológico y nunca genérico. Lo que no está claro es qué es lo que le importa a la directora, en una película que se va volviendo derivativa, llena de elementos que podrían no estar, como toda la subtrama de la hija, que solo parece jutificarse en una discusión hacia el final.  So much tenderness es un ejercicio de estilo que sirve para mostrar la capacidad para el encuadre de la directora, pero no mucho más que eso. Mex Faliero


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