Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Ada Frontini
Guión: Ada Frontini, Susana Pampín, Liliana Paolinelli
Asistencia de dirección: Rodrigo Alabart, Milton Secchi
Cámara: Eduardo Crespo, Ada Frontini, Iván Fund, Federico Lastra
Montaje: Ada Frontini
Mezcla de sonido: Patricio Tosco
Duración: 63 minutos
Año: 2021
7 puntos
ACARICIANDO LO SUAVE
Por Mex Faliero
Para quienes lo disfrutamos, debe haber pocas actividades más placenteras que las de acariciar un perro. Estar tirado ahí, descansando sin pensar en nada, acompañado de una mascota que devuelve el cariño con una actitud de absoluto desprendimiento y amabilidad, es incomparable. En compañía, el documental de Ada Frontini, nos regala varios planos de humanos y perros participando de ese ritual de la caricia; una imagen que no precisa de palabras para sintetizar un vínculo, una historia común. No sabemos quiénes son, pero decodificamos inmediatamente ese amor. Lejos de intelectualizar el vínculo entre las personas y sus mascotas, y caer en reflexiones baladí, En compañía opta por una imagen que funciona como perfecto leit motiv.
De hecho la película de Frontini podría ser exclusivamente eso, 60 minutos de gente acariciando perros, y funcionaría perfectamente. Pero el documental profundiza en ese vínculo a partir del testimonio de varias personas, que intentan explicar la relación que tienen con sus mascotas. Diferentes clases sociales, perros que habitan grandes caserones o casas humildes, que disfrutan de la vida al aire libre o que habitan departamentos; perros callejeros o perros de raza. Hay algo integrador en el relato, algo que relaciona las diversas capas de una sociedad a partir de un tipo de relación ancestral, basada en un entendimiento que se ha pautado por medio de códigos no establecidos formalmente pero aprehendidos en base a la experiencia. Esos códigos son de todos, los perros nos acercan.
En compañía encuentra en su narración sin mayores marcaciones temporales y espaciales una sucesión de imágenes que dan cuenta de la intimidad del vínculo entre perros y humanos, pero también de otro tipo de historias, como las de los perros abandonados o la de aquellos que son usados para correr. Hay historias que requieren una narración, pero otras que solo son imagen y definen un mundo, como la de aquel joven que va a nadar al río acompañado de sus perros. ¿Cuánto dura ese ritual, sucede todos los días? El montaje a veces funciona como mantra hipnótico, cuando encadena imágenes de gente acariciando perros, o como denuncia, cuando a una carrea de galgos le sigue la acción de una ONG que libera a los perros de esa actividad pseudo-deportiva. En la alegría de esos galgos corriendo libremente, Frontini encuentra otra imagen potente. Una imprevisibilidad en los movimientos que es también el desconcierto del humano ante ese vínculo de dependencia y ante un amor inexplicable, como la propia directora reconoce en el último y hermoso plano de su película.
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