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El chico que salvó la Navidad

Título original: A boy called Christmas
Origen: Reino Unido / Francia
Dirección: Gil Kenan
Guión: Gil Kenan, Ol Parker, basado en el libro de Matt Haig
Intérpretes: Maggie Smith, Joel Fry, Henry Lawfull, Michiel Huisman, Jim Broadbent, Rune Temte, Philip Lenkowsky, Kristen Wiig, Tomás Dianiska, Stephen Merchant, Indica Watson, Toby Jones, James Beaumont, Sally Hawkins
Fotografía: Zac Nicholson
Montaje: Richard Ketteridge, Peter Lambert
Música: Dario Marianelli
Duración: 106 minutos
Año: 2021
Plataforma: Netflix


6 puntos


DULCE Y UN POQUITO AMARGA

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Basada en la novela de Matt Haig, esta producción de Netflix dirigida por Gil Kenan es un relato navideño en toda regla: un cuento con criaturas fantásticas, ambientado en un mundo imaginario, que apuesta a la moraleja y a enarbolar un espíritu bondadoso propio de la época. O al menos de lo que nos han dicho que estas épocas simbolizan. Lo que tiene de positivo, aún con sus limitaciones, es un aire cercano al cuento de hadas, con sus villanos terribles y algunas ideas oscuras que quedan flotando por ahí, que no son otra cosa que la exposición de conflictos universales y humanos traficados como fábula. Incluso, El chico que salvó la Navidad se hace cargo del carácter folklórico de estos relatos transmitidos oralmente de generación en generación, y deja flotando la idea de que la magia es posible y solo hay que mirar con atención para verla.

Algo de eso le ocurre a Nikolas, el niño al que su madre apodó Christmas (y con ese título como que su destino estaba un poco marcado) y que sale a la búsqueda de su padre, quien partió junto a otros expedicionarios para dar con la mítica tierra de los elfos. En determinado momento Nikolas abrirá los ojos y, finalmente, verá. Claro que ese descubrimiento traerá consigo la enseñanza de animarse a lo desconocido, pero también los peligros que eso acarrea. Como en muchos relatos infantiles, El chico que salvó la Navidad habla precisamente del miedo a lo desconocido, del temor al otro y a que se pueda romper la placidez de una comunidad heterogénea.

Todo esto que le sucede a Nikolas es en verdad una historia que la tía Ruth (la legendaria Maggie Smith) le cuenta a sus descreídos sobrinos y funciona como una suerte de acta fundacional de la Navidad. El film de Kenan recorrerá, desde un punto de vista diferente al habitual, todos los tópicos navideños hasta terminar recreando el origen de la celebración, con el querido Nikolas, los renos, los regalos y las entradas por chimeneas. Hay en el film algo del sello Netflix, es decir una suerte de superproducción pensada para una pantalla mucho más chica que la del cine, por lo que nada termina luciendo demasiado. Sin embargo, el relato es bastante sólido y sabe contener lo edulcorado, la película confía en algunos ilustres secundarios para iluminar pasajes que pueden ser vistos como capítulos de un libro (Kristen Wiig, Sally Hawkins, Toby Jones, Jim Broadbent) y Kennan, con experiencia en el cine animado, demuestra tener un buen manejo de la tecnología y de la creación de criaturas digitales, como un ratoncito que es uno de los mejores personajes de la película. Sin ser una maravilla, cumple con su cuota de azúcar… y un poco de amargor.


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