Por Patricio Beltrami
Este artículo contiene spoilers.
The nexus event se cimentó en qué define a un Loki: Engañar, fracasar, morir, sobrevivir. En ese sentido, el diálogo entre el Dios de las Mentiras (Tom Hiddleston) y Sylvie (Sophia Di Martino) ante la destrucción de Lamentis-1 marca las bases del episodio. Más allá de cierta revelación trascendente, aunque previsible, hubo una serie de situaciones impactantes que representan un punto de quiebre de cara al desenlace de la serie. Escrito por Eric Martin, el cuarto capítulo ata uno de los cabos sueltos: la detención de Sylvie cuando era una niña (Cailey Fleming). En ese flashback, se revela que Ravonna Renslayer (Gugu Mbatha-Raw) fue la responsable de llevarla ante la Autoridad de Variación Temporal (TVA) y, también, la culpable por su fuga. Mientras Mobius (Owen Wilson) y la Cazadora B-15 (Wunmi Mosaku) se lanzan a la búsqueda de las variantes, Loki y Sylvie solo esperan su muerte. Ante la caída de pedazos de luna, la prófuga admite que la naturaleza de los lokis es fallar. Sin embargo, su compañero afirma que si bien pueden fracasar y morir, lo que los caracteriza es sobrevivir. De cara a un fin inevitable, ambos se toman de la mano, conexión que activa las alarmas de la TVA. En ese momento, los cazadores recapturan a los prófugos, salvándolos de su fatal destino (cuestión que habría solucionado la crisis institucional, aunque también hubiera provocado el fin de la serie). Mientras Sylvie permanece aislada, la relación entre Loki y Mobius vuelve al punto de partida. Dolido por la presunta traición del asgardiano, el agente desconfía de su versión sobre el fraude de la TVA. A manera de castigo, Loki queda atrapado en un loop, donde Sif (Jaimie Alexander) lo golpea y lo humilla reiteradamente. Desde ese momento se desarrolla una trama de intrigas. Por una parte, B-15 y Sylvie viajan nuevamente al apocalipsis de 2050, donde la cazadora descubre que ha vivido engañada. En tanto, Mobius se calza el traje de doble agente para comprobar las acusaciones de Loki y visita la oficina de Renslayer para celebrar el cierre del caso. En ese marco, cambia su dispositivo por el de la jueza y, de esa forma, accede al testimonio de la Cazadora C-20 (Sasha Lane) denunciando la farsa de la TVA. Ante ello, el agente regresa al loop para darle la razón a Loki y reconciliarse, pero al salir Renslayer los embosca y ordena que borren a Mobius. En ese momento, la jueza traslada a las variantes hacia la cámara de los Guardianes del Tiempo, quienes ordenan las ejecuciones, pero B-15 irrumpe para liberar a los prisioneros. Tras vencer a los guardias, Sylvie decapita a uno de los Guardianes del Tiempo y, así, descubren que eran androides. Conmovidos por la revelación, Loki intenta revelar sus sentimientos, pero acaba borrado por Renslayer. Tras reducirla, Sylvie la obliga a contarle la verdad sobre la TVA. Finalmente, la primera escena postcréditos de la serie muestra a Loki despertando en un paraje desolado. Fuera de campo, alguien le aconseja que se una a su grupo y, cuando levanta la vista, observa otras cuatro variantes: Loki clásico (Richard E. Grant), Boastful (Deobia Oparei), Kid Loki (Jack Veal) y Gator Loki. Más discursivo que su antecesor, The nexus event dinamitó los engaños creados por TVA. Para ello, acierta en la apuesta por la trama de intrigas, impulsada a través de Mobius y B-15, para desbaratar la conspiración representada en los Guardianes del Tiempo. Sin embargo, las escenas de acción continúan siendo la deuda pendiente de la serie: a las coreografías se les notan los hilos y no tienen la fluidez que presentaban, por ejemplo, en Falcon y el Soldado del Invierno. En cuanto a la pareja protagonista, la celebración de la pansexualidad quedó rápidamente superada para afirmar la atracción entre ambos. No solo es lógico que, por ridículo que parezca, estos personajes narcisistas establezcan un vínculo sentimental ante la representación de sí mismos, sino que también es comprensible que la posibilidad de que exista una relación fraterna y romántica entre dos variantes pueda desatar el caos por el multiverso y, en consecuencia, desbaratar los planes de quienes pretenden impartir orden a través de las líneas temporales.