Por Mex Faliero
Netflix sigue probando en diversos terrenos y la sitcom tradicional es un formato que todavía no abordó con éxito, más allá de algunos intentos. Sin dudas convocar a Jeff Lowell como showrunner (guionista de exitosas sitcoms de los 90’s como Cybill, Spin City o Just shoot me!), al experimentado director Andy Fickman para hacerse cargo de todos los capítulos y a Kevin James (quien logró notoriedad en la recordada The king of Queens) en el protagónico, es contar con un equipo de primer nivel. Sin embargo, si tenemos en cuenta estos antecedentes, los resultados de En los boxes son un poco decepcionantes. La comedia, que se centra en el día a día de un equipo de NASCAR (la más exitosa categoría automovilística en Estados Unidos), intenta elevar su mirada por encima de la propia estructura genérica, pero no logra sobresalir más allá de chistes esporádicos y algunas buenas actuaciones. El choque entre tradición y modernidad dentro del deporte profesional, la presencia de lo femenino en un mundo eminentemente masculino, son apuntes que no van más allá de lo previsible, por lo que En los boxes se sostiene a partir del profesionalismo de su elenco. En ese sentido es enorme lo de Kevin James, un gran comediante que todavía no encontró esa película o serie que lo haga sobresalir (más allá de su participación en las películas de Adam Sandler) pero que aquí construye al mejor personaje de la serie: un tipo que tuvo un pasado exitoso y que hoy vive un poco patéticamente de sus recuerdos. Y James es bueno no solo porque es efectivo y sabe cómo trabajar las palabras y respetar los tiempos de un chiste, sino porque abre y permite el juego del reparto, sobresaliendo sus diálogos veloces con los personajes de Sarah Stiles (con quien hay un posible interés romántico) y con Jillian Mueller (la hija del dueño de la escudería y actual directora). Es en esos vínculos, por fuera de la superficie del único chiste que campea en los otros personajes, donde En los boxes elabora sus mejores ideas. Ni qué decir de las posibilidades que ofrece para la colocación de productos en autos y ropa de los competidores. Si bien no estamos ante una sitcom que revolucionará el género, al menos estamos ante una bastante simpática, efectiva, amena, que sirve para mantener arriba la bandera del género como un objeto cultural totalmente adorable.
–La primera temporada, de diez episodios, se puede ver por Netflix. Todavía no hay segunda temporada confirmada.