Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Edgardo Cozarinsky, Santiago Loza, Virginia Cosin, Romina Paula
Guión: Edgardo Cozarinsky, Santiago Loza, Virginia Cosin, Romina Paula
Intérpretes: Edgardo Cozarinsky, Eugenia Alonso, Camila Fabbri, Juan Manuel Casavelos, Alan Cabral, Katia Szechtman, Cynthia Edul, Pablo Sigal
Fotografía: Daniel Ortega, Eduardo Crespo, Lucio Bonelli
Montaje: Iair Michel Attias, Loli Moriconi, Eliane D. Katz
Música: Germán Cohen
Duración: 74 minutos
Año: 2020
5 puntos
EL TRIUNFO DE LOS SNOBS
Por Marcos Ojea
Compuesta por cuatro cortos de distintos directores (Edgardo Cozarinsky, Santiago Loza, Virginia Cosin y Romina Paula), Edición ilimitada busca indagar sobre la forma en que la literatura atraviesa la vida de sus protagonistas. El escritor anciano con problemas en la vista, la relación entre un poeta adolescente y su maestro, la escritora novel perdida en una fiesta del ambiente cultural, y los alumnos de un taller literario que discuten sobre una obra de teatro. Aunque en apariencia cada uno expone problemas comunes del oficio de escribir, la aproximación no deja de ser superficial, y por el contrario de lo que el título propone, las coordenadas del mundillo cultural porteño ponen límites claros a lo que se quiere contar. Hasta se podría pensar en que la película funciona como un espejo para que los involucrados puedan verse, celebrarse y reír en plan “así somos”.
Los dos primeros segmentos cumplen más o menos con su propósito. El de Cozarinsky tiene un trasfondo interesante (el de la vejez y la enfermedad), que el director y también protagonista resuelve de manera banal pero simpática, incluso con humor, algo que va a desaparecer a partir del segundo corto. Sin embargo, es esa historia firmada por Santiago Loza la que mejor funciona: sin mostrar demasiado, habla de la colisión entre dos mundos separados por años de experiencia, que no logran entenderse, pero que en el fondo tienen la misma pena. Hay algunas ideas que son expuestas de manera sutil (el pueblo en el que ambos nacieron y que dejaron atrás, la sexualidad y el peso con el que cada uno la vive), y que resuenan apoyadas en la contundencia de la brevedad. Si hay algo que amenaza el resultado es la interpretación del más joven, que se expresa mejor desde el cuerpo que desde el habla, donde todo lo que dice parece leído. Pero si consideramos las historias que siguen, en verdad no molesta tanto.
Tanto el corto de Virginia Cosin como el de Romina Paula parecen perdidos en una suerte de elogio de la vida intelectual, poniendo la palabra por sobre la imagen y la tesis por sobre la narración. El de Cosin pretende ser crítico, pero no deja de ser una reunión de amigos con algún apunte medio obvio sobre la idea del éxito. La voz en off constante de la protagonista, que parecería guiar al espectador, termina por anularlo: si lo interesante podía estar en la observación de ese ritual y de sus participantes, el relato que escuchamos nos recorta la experiencia hacia lo que deberíamos ver, limitándola y demostrando una falta de confianza terrible en las imágenes. Algo parecido a lo que sucede con la última historia, la de Romina Paula, pero que en ese caso va más allá: las imágenes dejan de importar, al igual que las actuaciones, y lo que queda son personas leyendo textos alrededor de una mesa. Un procedimiento experimental que deja entrever algunas ideas sobre la ficción, pero que en el fondo no son más que citas leídas en voz alta. Puede intuirse cierto juego metaficcional, a partir de la obra de teatro que leen y luego analizan, pero todo el asunto es tan anodino que nunca llega a prosperar.
En conclusión, Edición ilimitada es una película despareja, un poco aburrida y por supuesto, bastante pretenciosa. Un producto destinado para el consumo de un grupo cultural determinado (y localizado, aunque con réplicas en otros lados del país, que miran a Buenos Aires como la tierra prometida), que en su conjunto se parece más a un proyecto de estudiantes de cine, que a un film compacto hecho por realizadores con trayectoria.