Por Patricio Beltrami
Atención: este artículo contiene spoilers.
En la era de las redes sociales, por llamarla de alguna manera extremadamente reduccionista, la humanidad ha logrado sintetizar complejas expresiones, reacciones y emociones a través de una serie de unidades digitales, como los emojis o emoticones, gifs, stickers o memes. A esta última categoría pertenece una emblemática escena de la serie Malcolm. En esa imagen, el menor de los tres hermanos, Dewey, está sentado con un bonete de cumpleaños frente a un plato vacío, mientras le confiesa a su disfuncional familia: “No esperaba nada, y aún así estoy decepcionado”. Particularmente, esta frase resume adecuadamente la primera impresión que genera Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn).
Como bien consignó Rodrigo Seijas en su crítica, la película posee recursos similares a los que había presentado Deadpool. Al igual que el antihéroe de Marvel en sus dos films, Harley Quinn (Margot Robbie) oficia de narradora durante toda la historia. Vale destacar que tiene un inicio interesante, con un breve recorrido animado sobre cómo llegó a convertirse en villana, donde repasa algunos puntos poco conocidos de su vida. Sin embargo, las buenas intenciones de la película comienzan a diluirse desde ese momento. Conforme a brindarle resoluciones a los casos sueltos, el relato avanza y retrocede en varias ocasiones, preso del caos que le intenta imprimir la protagonista.
Esta decisión solo termina generando confusión y, en línea con lo que había ocurrido con Escuadrón suicida, tampoco se logran solucionar los problemas vinculados con la introducción de las heroínas y los villanos. Como parte del Universo DC, Aves de presa hace referencia en varias ocasiones a su antecesora de 2017. De esta manera, no solo Harley Quinn hace mención a los eventos que ocurridos en el film dirigido por David Ayer, sino que también hay guiños a los integrantes del fallido grupo de antihéroes. En ese sentido, la figura del Joker tiene un peso importante las decisiones que la heroína toma durante toda la historia. Y quizás el mayor acierto de esta producción es que Jared Leto no vuelva a aparecer en pantalla. Y si Escuadrón suicida estuvo tan lejos de convertirse en una versión digna de Guardianes de la galaxia, esta película fracasa estrepitosamente en consolidarse como una émulo de Deadpool.
Por otra parte, Harley Quinn no aporta nada nuevo respecto a lo que había exhibido en su anterior paso por los cines. A su vez, el resto de las cuatro Aves de presa tampoco se luce y, al igual que la protagonista, sus evoluciones son meramente superficiales (si es que las hay). Más allá de sus trayectorias como sádicos asesinos en los cómics, los villanos Roman Sionis / Máscara negra (Ewan McGregor) y Víctor Zsasz (Chris Messina) están totalmente desperdiciados y no son más que caricaturas que están al servicio del verdadero conflicto de la película: el empoderamiento de las protagonistas ante un mundo que las ha maltratado durante toda su vida. Ante ello, nunca da la impresión que ambos representaran un verdadero peligro para las anti-heroínas, y una prueba de ello son sus deslucidos finales.
Sorprendentemente, la directora Cathy Yan no logró generar interés con un nutrido grupo de nuevos personajes para el cine. Y cuando parecía que la decepción se había consumado, la película incluye un paso de comedia innecesario solo por cumplir con el requisito implícito de agregar un gag post-créditos. Igualmente, el mayor error de la película está relacionado con su título. A pesar de ser una historia que apunta a consolidar a cinco mujeres y seguir profundizando en la igualdad en el género, lo cierto es que Harley Quinn es la protagonista excluyente de la historia. El resto de los anti-heroínas reiteradamente ingresan y salen del relato en función de las interacciones que mantienen con Harleen Quinzel. Si bien Warner realizó un movimiento brusco y sentenció anticipadamente al film al fracaso, el cambio de nombre a Harley Quinn: Aves de presa se ajusta adecuadamente al producto. Aunque lo más honesto habría sido llamarla Tiro al pichón.