No estás en la home
Funcinema

Sumergidos

Título original: Kursk
Origen: Bélgica / Luxemburgo / Francia
Dirección: Thomas Vinterberg
Guión: Robert Rodat, basado en el libro de Robert Moore
Intérpretes: Matthias Schoenaerts, Léa Seydoux, Peter Simonischek, August Diehl, Max von Sydow, Colin Firth, Bjarne Henriksen, Magnus Millang, Artemiy Spiridonov, Joel Basman, Pit Bukowski, Matthias Schweighöfer
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Montaje: Valdís Óskarsdóttir
Música: Alexandre Desplat
Duración: 117 minutos
Año: 2018


6 puntos


OTRA PELÍCULA DE SUBMARINOS

Por Franco Denápole

(@mdenapole)

Thomas Vinterberg, conocido por dirigir la celebrada La cacería, con la ayuda de la productora de Luc Besson, Europa Corp, se encarga de llevar a la pantalla grande un accidente real, ocurrido en el Mar de Barents en el año 2000, en el cual la falla de un torpedo provocó el hundimiento de un submarino durante un ejercicio naval ruso. El director danés opta por una aproximación melodramática y noble que incluye un misticismo religioso de tintes malickeanos, anclado, sin embargo, a las tradiciones y valores culturales de la comunidad de la ciudad de Kursk.

La relación entre el cine y los submarinos no es reciente. Muchas películas clásicas se inscriben en este subgénero y otras más recientes como Das Boot, La caza del Octubre Rojo o K-19: The Widowmaker. Ha sido próspero también el vínculo entre submarino y Guerra Fría. El submarino es la máquina simbólica perfecta para representar la Guerra Fría en el cine: un artefacto de espionaje, diseñado para la cautela, clausurado al exterior, invisible; pero también una cámara nerviosa, una tragedia inminente. El producto de la relación ansiosa y xenófoba entre dos potencias.

Por lo tanto, como toda película que queda inscrita en un género, debe posicionarse de alguna forma respecto de las fórmulas y clichés con las que otras obras similares retratan el drama de habitar un espacio cerrado a más de doscientos metros de profundidad. En este sentido no hay demasiados elementos en la película de Vinterberg que escapen a los modos tradicionales de contar un relato de submarinos: nobles marineros cuya hermandad no se ve amenazada ni por la más desoladora y asfixiante de las situaciones, esposas preocupadas dispuestas a luchar para conocer la verdad y un gobierno corrupto demasiado preocupado por defender el discurso de una Rusia orgullosa y poderosa como para actuar correctamente.

La película avanza sin pena ni gloria, intercalando estas tres historias y buscando exponer una crítica política superficial y transmitir un vago sentimiento religioso a través de primeros planos sobre la cara del hijo del protagonista, quien parece por momentos presentir lo que está ocurriendo, y una banda sonora que consiste principalmente en cantos de la Iglesia ortodoxa rusa. Lamentablemente, Sumergidos no termina de ahondar en ninguna de estas tres aristas (el melodrama humano, el drama político y la película religiosa, y habría que agregar una cuarta: el film de supervivencia). Tiene, sin embargo, sus puntos a favor, el más llamativo siendo tal vez el uso de perspectivas que trabajan sobre dimensiones espaciales tales como la vastedad y oscuridad del océano en el que se sumerge el submarino K-141 Kursk, las cuales son sugeridas, por ejemplo, por el lento retroceso de la cámara que va empequeñeciendo al navío. No se puede decir tampoco que haya disonancia de tono entre estas modalidades que conviven dentro de la película. No se trata de una película mal realizada, sino de una que no termina de romper el esquema de lo previsible, el molde más o menos prediseñado para estos géneros

Comentarios

comentarios

Comments are closed.