Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Dirección: Pollyanna McIntosh
Guión: Jack Ketchum, Pollyanna McIntosh, Lucky McKee
Intérpretes: Pollyanna McIntosh, Cooper Andrews, Nora-Jane Noone, Peyton Wich, Bryan Batt, Lauryn Canny, Eugenie Bondurant, Lauren Ashley Carter, Jeff Pope, Mackenzie Graham, Sabrina Gennarino, Charlie Talbert
Fotografía: Halyna Hutchins
Montaje: Julie Garces
Dirección de arte: Darryl F. Gariglio
Duración: 100 minutos
Año: 2019
5 puntos
EDUCANDO A MISS HANNIBAL
Por Rosana López
Esta película funciona como una suerte de secuela de la provocativa y excelente The woman (2011) de Lucky McKee -donde después de ser arrasado un clan de caníbales, la única “sobreviviente” es apresada por un padre de familia violento y autoritario- pero sin continuar con esa inventiva y calidad de producto que su antecesora supo ofrecer.
Así como esa suerte de saga propuesta por Rob Zombie con sus “renegados del diablo” nuevamente pronto a estrenar, la presente trilogía de familia caníbal es tomada como un hilo narrativo por diferentes directores especialistas en el género de terror. En esta oportunidad quien se pone la mochila al hombro es la actriz y guionista Pollyanna McIntosh, cuyo aspecto físico me gusta relacionar a una doble de la famosa Milla Jovovich, quien fue la protagonista del film mencionado de McKee. Aquí la actriz reconocida por haber sido la villana de turno en The walking dead (Jadis) continúa con su personaje de mujer salvaje pero con un rol secundario. Porque la historia es la de su hija, que también pudo escapar de los “civilizados” de la primera entrega en Offspring (2009), cuando el clan era numeroso y actuaba en masa. Una hija que sin embargo será infinitamente buscada por su madre voraz y saguinaria que lucha contra todo lo que se le anteponga.
Volviendo a la joven cuyo nombre se debe a su pulserita de mostacillas plásticas, ella busca dentro de sus limitadas capacidades ayuda en un hospital para luego ser enviada a un orfanato religioso con obedientes monjas. Monjas que desean reconvertir a la niña en una buena y decente cristiana. Con ello podemos entre-leer que si The woman servía como una suerte de crítica al patriarcado y la figura femenina dentro del tradicionalismo vetusto y familiar, Darlin’ corre su eje al rol de la mujer dentro de la estructura eclesiástica dominada históricamente por los hombres. Por eso decimos que un punto a favor en este film es el tratamiento con humor negro de la revelación del poder sexual de la mujer -a la que siempre se ve envuelta nuestra protagonista- contra comunidades retrógradas y machistas. Ese linaje temático feminista que con ingenio fue cultivado en su película antecesora.
Darlin’ no es un invento caprichoso. Exige comprender el universo simbólico en el cual se moviliza. Por ende limita al espectador que nada conoce de esta historia o lo invita a bucear en las entregas anteriores. Tal vez genere una horda de fanáticos dentro de un subgénero que supo conseguir la gloria en los 70’s con La colina tiene ojos de Wev Craven, pero que en estos años había caído en una seriedad rotunda con la sobrevaluada Somos lo que hay o la francesa Voraz, ejemplos recientes que ya pecaban de cierta solemnidad arrastrada por la figura instaurada de Hannibal.
Darlin’ también en cierto punto busca provocar desde su propuesta pero con un importante limitación en su guión y presupuesto técnico, lo que la complica para llevar el estandarte de la prolija The woman. Sin embargo afirmamos que es una continuación audaz con una impronta de sello autoral de McIntosh, que a veces parece perder el rumbo narrativo en alcanzar cierto “equilibrio”. Parece ofrecer escenas muy edulcoradas y ridículas que contrarrestan el verdadero sentido de esta saga. Y un claro ejemplo de ello son siempre los intrascendentes pasajes de créditos finales que regalan estas entregas, como un guiño hacia el fanático, que esperanzado cuan Universo Marvel pierde rápidamente ante la estupidez exhibida.
Y es que tampoco el film teme en dejar inconclusas varias subtramas que inicia dentro de la historia, así como lo demuestra su tramo final con esa intriga latente que estalla para provocar por un lado. Y, por otro, ofrece nuevamente el leit motiv de continuidad con más aventuras de esta familia nómade. Por todo ello es bastante cuestionable la dirección de McIntosh, un tanto experimentada en actuación de este tipo de films y guionista con pequeños proyectos del género. Algo que hará, por contrario, seguir atento a nuevos largometrajes de su autoría para ver si realmente valen la pena.