Por Rocío Rivera
Comienza hoy la quinta edición de la muestra de cine español Espanoramas, que se desarrollará hasta el miércoles 27 en el tradicional cine porteño Gaumont, ubicado en Avenida Rivadavia 1635. El pasado miércoles 13 tuvo lugar la presentación del ciclo y la rueda de prensa donde los organizadores de la muestra contaron qué traen este año. Fran Gayo, curador de la muestra, comentó cómo ha sido la producción del cine español en el último año, y cuáles y por qué ha elegido algunas de estas producciones para que podamos apreciarlas aquí en Argentina. En relación a esto, se acentuó la importancia de la liturgia del cine en contraposición a las nuevas plataformas streaming que tan preocupados tienen a los productores y agentes del mundo cinematográfico, además de mencionar el factor positivo pero al mismo tiempo negativo de la intromisión de lo digital en el mundo del cine: si bien se ha aumentado la producción de films, al mismo tiempo es más ardua la tarea de seleccionar aquellas que serán mostradas en Espanoramas ya que hay que optar en una oferta mucho mayor que la de hace unos años atrás. Entre risas, un ambiente relajado y un gran ímpetu de comunicación y amor a la cinefilia, los organizadores también se dieron el tiempo de destacar la impronta femenina de la muestra, contando con varias directoras mujeres en su haber. Espanoramas promete, y como no nos ha decepcionado en los últimos años, esperamos mucho, y con la muestra de cine que se nos brindó en la presentación con la proyección del film Tiempo después del director de culto José Luis Cuerda, no nos quedan muchas dudas que la muestra será variada e interesante a descubrir en los trece films que se nos ofrecen.
Y DESPUÉS, LA NADA O TODO
¿Todo tiempo pasado fue mejor? ¿Es verdad que lo mejor está por venir? Ciertas preguntas y ciertos decires del lenguaje popular nos instalan siempre en una temporalidad que no es la propia: no nos hablan del presente, sino del pasado o del futuro. Algo de todo este repensar de lo humano y el tiempo, nos trae el nuevo film de Cuerda, donde la historia transcurre en el año 9177, en un futuro distópico donde la humanidad ha sido reducida a unos pocos personajes y a unas pocas acciones.
El film nos presenta un mundo dividido en dos grandes territorios: un capitolio donde viven las clases sociales privilegiadas y “los parados”, aquellos que viven en el bosque a las afueras de este edificio. La historia se centra en el personaje de José María, uno de los parados que un día decide empezar el inocente negocio de la venta de limonada en el edificio del capitolio. Con esta simple acción se desata el más descontrolado tumulto social debido a que un parado quiere salir de su condición social para ponerse a realizar una acción no contemplada en las alocadas reglas que rigen este mundo. En él los roles son fijos y bien definidos: el cantinero, el policía, el militar, el intendente, el barbero… nadie debe salirse de su rol para conservar la paz y la tranquilidad de este mundo futurista.
Pero José María, al plantear un cuestionamiento del orden establecido, propicia a una toma de conciencia de la enajenación y el estado de barbarie en que ambas partes del mundo han estado envueltas. Con excelentes diálogos que citan grandes pensadores comunistas, el discurso de la revolución, actuaciones por demás pertinentes y con secuencias de acción cómicas y absurdas pero que encajan a la perfección en el devenir de la historia, el film nos permite reflexionar lo social, lo político, lo económico, las decisiones personales y colectivas que atraviesan nuestra sociedad. Sin importar si suceden hoy o en el año 9177, estas cuestiones son inherentes al ser humano y a la organización social de la sociedad.
El film es ingenioso, divertido y sobre todo político, más allá de que tenga frases polémicas y cite referentes de la revolución comunista, nos plantea una disyuntiva, una disconformidad, una pregunta que tendremos que responder o no, pero que se nos queda boyando en la cabeza: ¿es esta la vida y la forma en la que querés vivir? No sé, vos fíjate.