La 75ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia comenzó ayer con la proyección de El primer hombre en la Luna, la nueva producción dirigida por Damien Chazelle y protagonizada por Ryan Gosling y Claire Foy, que no convenció demasiado a la crítica.
El director que ganó hace dos años en el mismo festival el premio principal con La la land, destacó durante la conferencia el uso de imágenes de archivo que hace en el film: “Aquellas imágenes las hemos utilizado como punto de referencia para reconstruir cómo podía ser realmente la escena y lo que se podía sentir. Hemos intentado hacerlo ver de tal forma que el espectador se sienta en la misma Luna”.
La película narra la travesía coordinada por la NASA en tiempos donde se peleaba con la Unión Soviética por dominar el espacio. Pero Chazelle hace hincapié más en las historias familiares y en el sufrimiento de aquellos que rodeaban a los astronautas. Si bien se da destacado el apartado técnico del film (producido por Steven Spielberg), algunos han considerado que la falta de emoción es su principal enemigo.
Por otra parte, la británica Vanessa Redgrave ha recibido el León de Oro a la carrera en la ceremonia de inauguración de la 75ª Mostra. En una rueda de prensa de tono político, la actriz se refirió al tema de los refugiados al afirmar que “sentía rabia dentro” y señaló sobre los países europeos que “han perdido la comprensión de la realidad. No son capaces de pensar en la realidad de ser prófugo, de ser una mujer que pierde a su hijo en el mar”.
“Yo me preguntó por qué los gobiernos no dicen hoy a la gente que se debe proteger y ayudar a los refugiados, que es un deber nacional”, remarcó y fustigó al gobierno de su país: “No entiende nada, va contra la ley, hace cosas que avergüenzan a una persona”.