Buena
LAS PANTALLAS QUE DIVIDEN
Por Juan Cruz Bergondi
Lo que importa no es tanto las nuevas tecnologías sino el mismo miedo de siempre: entregarse al amor. Amores fóbicos on line es un ciclo de teatro breve que en cada función presenta tres obras cuyos argumentos giran en torno a esta premisa. Ceder todo de uno –o al menos una parte- para compartir. Ninguno de los personajes que deambulan por el ciclo está dispuesto a exponerse a la mirada extraña ni a lo desconocido, a dejarse sorprender. Los creadores, Fernando Alegre y Rosario Mejía –dramaturgos de todas las piezas- encuentran en el uso cotidiano del chat, los teléfonos inteligentes y las cámaras web la excusa para hablar de las paredes que, a la hora de relacionarse, uno elige construir.
Hay que celebrar lo breve. No porque –como es habitual oír- lo bueno, si breve, dos veces bueno. Más bien porque es otra cosa. El teatro breve debería entenderse no como una obra de teatro de corta duración –aunque por lo general se entienda así-: debe inaugurar un mundo distinto, un lenguaje distinto. Y en el caso de que no lo haga, de igual manera, como la alternativa por un lado evidencia que hay una forma hegemónica de hacer las cosas y por otro se encarga de aportar frescura, ya el cometido vale por sí solo. En Amores fóbicos on line las tres obras se montan en un mismo escenario. Durante los apagones que las separan, los actores se encargan de llevar y traer los elementos de la escenografía, de cambiar la utilería de lugar. El público –hay que decirlo-, a partir de la segunda propuesta, cuando advierte la dinámica, se predispone distinto: el interés se renueva, la sorpresa –para el que no está acostumbrado- de no tener que seguir el recorrido dramático de los mismos personajes, estar atento a qué nueva situación se presenta.
Los montajes suman una proyección, no con el fin de pensar la especificidad de los medios o plantear lo híbrido como condición del quehacer actual. La intención apunta más a generar el reconocimiento y la risa que a buscar los límites de la escena. Una pareja de jóvenes que, tras mantener conversaciones virtuales durante un año, y después de encontrarse por primera vez, entiende, a la fuerza, que cada uno buscaba otra cosa en el otro. Un hombre que hasta no exponerse ante la cámara no dice toda la verdad. Otro que se acostumbró a la distancia que pauta la computadora mientras su cita desea romper la pared en busca del calor de la pieles. Nadie en la sala está exento: hay que mirarse en el espejo lo que dure la función.
Amores fóbicos on line se hace eco del material que hoy es preponderante en el cine o en series como Black Mirror, pero apostando a una carnadura de corte más intimista. La propuesta es liviana y entretenida, y cuenta con la complicidad que se da entre los actores y la escena. Todos los textos son un caramelo que deja al final un sabor amargo en la boca. Habrá que ver qué otras novedades trae el mes que sigue: dos obras siguen, con distintos actores y directores; la otra obra sale para que entre una nueva. Si prevalece una idea es que el miedo todavía existe y quizá las nuevas tecnologías hagan lo posible por acrecentarlo.
MARZO 2018 – Viernes 09, 16, 23 y 30 a las 23:00 @BonitoJuaN =) y Solchi #30YPICO Autor: Fernando Alegre Dirección: Mariano Terré Elenco: Irina Juárez, Mauro Masciotra / Palom@ 33 y Horaci@ 35 Autor: Rosario Mejía Dirección: Víctor Leni Elenco: Jimena Romero, Juan Perret / @bandonada y Viciosa & Dulce y Melancólic@ Autor: Fernando Alegre Dirección: Salcho González Pérez Elenco: Meli Duzac, Francisco Minutti Sala: Nün Teatro Bar (Juan Ramírez de Velasco 419, CABA).