No estás en la home
Funcinema

Ya no me siento a gusto en este mundo

Título original: I Don’t Feel at Home in This World Anymore
Origen: EE.UU.
Dirección: Macon Blair
Guión: Macon Blair
Intérpretes: Melanie Lynskey, Chris Doubek, Marilyn Faith Hickey, Jared Roylance, Macon Blair, Cristy Miles, Gary Anthony Williams, Michelle Moreno, Lee Eddy, Matt Orduna, Elijah Wood, Wrick Jones
Fotografía: Larkin Seiple
Montaje: Tomas Vengris
Música: Brooke Blair, Will Blair
Duración: 93 minutos
Año: 2017


7 puntos


UNA PEQUEÑA AVENTURA EXISTENCIAL

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

Ganadora del Gran Premio del Jurado en la última edición del Festival de Sundance, Ya no me siento a gusto en este mundo -que se puede ver por Netflix- es una particular combinación de géneros y tonalidades en un relato que siempre transita por diversos bordes. Se puede apreciar una constante búsqueda de equilibrio en una estructura que aún dentro de sus cálculos no deja de poseer un rango de riesgo.

El film de Macon Blair se centra en Ruth (Melanie Lynskey), una mujer con una existencia monótona y hasta depresiva, que sufre un robo en su casa y, frente a la pasividad de las autoridades policiales, decide solucionar el problema por su cuenta y recuperar lo que le robaron. Para eso enlista la ayuda casi inesperada de Tony (Elijah Wood), un freak totalmente errático en su comportamiento, quien no parece tener mejor plan que acompañarla en esa misión cuasi moralista. El problema es que una acción conduce a sucesivas reacciones, y ambos terminarán involucrados en un asunto bastante peligroso que implica a un grupo de criminales.

Por momentos, Ya no me siento a gusto en este mundo es un film errático, de rumbo indefinido, pero se nota que su estructuración es deliberada, que la narración busca de esta forma evidenciar los conflictos internos de la protagonista, quien intenta encontrar un camino propio y una identidad a partir de sus acciones. Por momentos estamos ante una comedia lunática, en otras instancias surge el drama relativamente existencial y en el tramo final el relato se adentra en el policial, pero sin abandonar componentes tanto dramáticos como hilarantes. Lo que queda, en el análisis de la totalidad, es una aventura pequeña pero significativa para una mujer que quiere encontrarle un sentido a su existencia, a la que vez que recorre un universo que puede parecer rutinario, banal, pero que también exhibe sus propios niveles de crisis.

Hay que reconocerle a Blair su capacidad para ir delineando personajes que parecen estar un poco corridos de la norma, pero que aún así no dejan de transmitir gestos y estados anímicos que generan una paradójica empatía. Esto se da principalmente con Ruth, quien aún con sus particularidades, consigue conectar con el espectador, porque sus dilemas son muy humanos. Logra aunque sea por unos días vencer su estatismo para actuar por sí misma y sin condicionamientos, atreviéndose a pagar unos cuantos costos en el camino, superando la angustia de no hacer nada pero enfrentando una nueva angustia, que pasa por las consecuencias de accionar.

Por ahí a Ya no me siento a gusto en este mundo se le nota cierto acomodo en sus elementos y climas para captar la atención de cierto público muy preponderante en el circuito de festivales como Sundance. Eso se puede apreciar especialmente en el final, que posee un claro componente tranquilizador. Pero aún ahí hay presente un margen de honestidad y coherencia: como Ruth, la película de Blair no pretende cambiar el mundo, sino resolver (aunque sea parcialmente) algunos conflictos internos y establecer conexiones humanas, por más inusuales que parezcan. Ese propósito no deja de ser noble y cimenta un film que, aún en sus momentos de violencia, no deja de ser extrañamente agradable.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.