Por Rodrigo Seijas y Mex Faliero
-Lunes 6, a las 22:00, por Max, Toni Erdmann. Este film de Maren Ade fue una de las sensaciones del año pasado, obteniendo premios por doquier y nominaciones al Globo de Oro, BAFTA y al Oscar a la mejor película extranjera. El gran mérito del relato es combinar distintas vertientes genéricas, convirtiendo a lo que podría ser un hondo drama familiar en una comedia con rasgos disparatados. Así, consigue abordar con sutileza, inteligencia y sensibilidad la incomunicación paterno-filial y los choques de personalidades, conmoviendo y entreteniendo a la vez.
-Martes 7, a las 11:10, por Cinemax, Un cuento americano: Fievel va al oeste. Gran secuela dirigida por Phil Nibbelink y Simon Wells, donde la aventura y el western se combinan en función de un relato donde impera una comedia desatada. Una película que trabaja sobre los estereotipos y lugares comunes (como los vaqueros rudos o las típicas secuencias de duelo) con gran inteligencia e ironía, pero también con cariño, sin renunciar jamás a un ritmo desenfrenado y la acumulación de ideas por doquier. Las labores de James Stewart y Dom DeLuise en las voces de Wylie y Tiger, respectivamente, son sencillamente estupendas.
-Miércoles 8, a las 11:55, por HBO Signature, Che: el argentino. Primera parte del díptico de Steven Soderbergh sobre el emblemático y legendario revolucionario argentino Ernesto Guevara, centrándose en el período en que integró el movimiento liderado por Fidel Castro y terminó sacando al dictador Batista del poder. El acierto del director pasa por no prestarse ni a la épica facilista ni al esquematismo caricaturesco, sino apostar por un tono distanciado que termina generando cierta frialdad pero también una saludable ambigüedad. Pero lo mejor es la estupenda interpretación de Benicio Del Toro, que revela múltiples capas en el personaje.
-Jueves 9, a las 09:50, por Max Oeste, Hindenburg. En una época donde el cine hollywoodense explotaba al máximo el modelo del cine catástrofe, este film del ecléctico Robert Wise aborda un hecho real como fue el incendio del dirigible Hindenburg cuando aterrizaba en Nueva Jersey en 1937. El relato se permite diversas especulaciones vinculadas a un atentado y así construye donde prevalece un suspenso hábilmente manejado. La película se sostiene además en un muy buen trabajo en los rubros técnicos y un sólido elenco encabezado por George C. Scott y Anne Bancroft.
-Viernes 10, a las 23:00, por Encuentro, Persépolis. Una de las cimas del cine animado del nuevo milenio es este film de Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi, centrado en la conmovedora historia de una niña iraní, desde la revolución islámica hasta el presente. Un film que no se queda en la mera bajada de línea, sino que consigue crear personajes cautivantes, sin dejar de utilizar con notable fluidez e inventiva distintos lenguajes artísticos y genéricos. El resultado es una experiencia conmovedora e inolvidable, donde el humor y el drama se cruzan de maneras tan inesperadas como enriquecedoras.
-Sábado 11, a las 15:00, por Max, 2001: odisea del espacio. Hay una discusión, que seguramente será eterna, sobre el verdadero valor del legado del cine de Stanley Kubrick, y este es el film donde posiblemente se deposite la mayor dosis de polémica, ya que tiene defensores y detractores acérrimos. Para los primeros, estamos uno de las obras más inteligentes y desafiantes de la ciencia ficción, un prodigio de técnica al servicio de una narración que aborda de manera pertinente tópicos trascendentales. Para los segundos, es una muestra cabal de la megalomanía vacua del director, un regodeo en la trascendencia autoindulgente y un relato soporífero al extremo. Será cuestión de cada espectador el tomar una posición propia.
-Domingo 12, a las 08:20, por Max Oeste, Nixon. En el momento de su estreno, este film de Oliver Stone fue un gran fracaso, lo cual no dejaba de tener cierta lógica: el cineasta propone una mirada muy cercana a ese personaje tan siniestro como patético llamado Richard Nixon, otorgándole una ambigüedad –y por lo tanto una humanidad- realmente muy incómoda. Uno de los films más complejos del director, con climas entre paranoicos y claustrofóbicos, que esquiva el panfleto y se sostiene en buena medida en una performance excelente de Anthony Hopkins.