No estás en la home
Funcinema

Frances Ha

Título original: Idem
Origen: EE.UU. / Brasil
Dirección: Noah Baumbach
Guión: Noah Baumbach, Greta Gerwig
Intérpretes: Greta Gerwig, Mickey Sumner, Michael Esper, Adam Driver, Michael Zegen, Charlotte d’Amboise, Grace Gummer, Daiva Deupree, Isabelle McNally, Vanessa Ray, Justine Lupe, Lindsay Burdge
Fotografía: Sam Levy
Montaje: Jennifer Lame
Diseño de producción: Sam Lisenco
Duración: 86 minutos
Año: 2012


9 puntos


LA DESCOLORIDA VIDA MODERNA

Por Rocío Belén Rivera

(@funcinemamdq)

Noah Baumbach es uno de los representantes más importantes del movimiento de cine indie de los Estados Unidos (y perteneciente al nuevo movimiento que muchos críticos han denominado mumblecore, veta dentro del cine independiente que reivindica los valores estéticos y éticos de las películas). Nos tiene acostumbrados a un cine al estilo Woody Allen basado principalmente en pequeñas historias, cotidianas y simples, personajes comunes (pero algo bohemios y singulares), individuos en crisis existenciales, entre otros estilemas temáticos. Y como no podía ser otra forma, Frances Ha (2012) nos trae exactamente eso: Frances (Greta Gerwing) es una joven que intenta ser bailarina y no puede, intenta afianzarse de forma autónoma e independiente y no puede, quiere una pareja y no puede. No puede, no le sale, no es su momento. No se sabe. Pero la película, a través de todos estos fracasos en serie de la protagonista, nos devela y caracteriza a la perfección lo que es ser joven (y para colmo, con aspiraciones artísticas) en este mundo posmoderno del Siglo XXI.

Todo en la vida de Frances es crisis: su situación habitacional, su relación amorosa con un novio inerte, su amistad desencontrada con su compañera de casa, su situación laboral. Sin embargo, el personaje encarnado por una excelente Greta Gerwing permite vislumbrar la esperanza dentro de la desesperación, a pesar del desencuentro entre el querer, el poder y el horizonte de posibilidades que el personaje presenta. Todas las relaciones en el film (laborales, profesionales, amorosas, de amistad) están teñidas por la falta de compromiso y la fugacidad de los vínculos que hoy en día dominan a una sociedad donde el deber y la lealtad parecen estar ausentes continuamente; y donde la competencia, la envidia y el individualismo parecen subyugar y determinar cada tipo de relación que establecen los sujetos. Es destacable entonces que nuestra protagonista sea fiel retrato de este tipo de dinámica relacional reinante en nuestras sociedades: ella quiere pero al mismo tiempo siente envidia, es egoísta y egocéntrica aunque de una forma humana, natural -hasta inocente podría decirse-, denotando las contradicciones emocionales de las que todos estamos hechos. Frances intenta llevar y afrontar dignamente su situación, pero como un buen espíritu nihilista de nuestro oscuro siglo, no encuentra motivación real alguna, o si la encuentra, ese camino parece más un nuevo obstáculo que una vía de solución para los conflictos originales.

Más allá de esta veta social/contemporánea que podemos encontrar en el film, el mismo es un bello ejemplo de esteticismo de autor. Filmado en blanco y negro, con tomas y escenas dignas no sólo del mejor cine independiente, sino de grandes expresiones artísticas de la plástica o la fotografía, presenta una musicalización excelente que acompaña cada escena y complementa la situación emocional en la que se encuentra Frances, al mismo tiempo que contiene hermosas locaciones mostradas de forma muy artística, como son Nueva York, Paris o California. Para cerrar, se destaca que no sólo Greta Gerwig realiza una gran performance a la hora de construir su personaje (siendo además guionista junto a su marido Baumbach), sino que se encuentra secundada por un gran elenco que también brilla actoralmente, sobre todo Adam Driver, Michael Zegen y Mickey Sumner.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.