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Max Steel

Título original: Idem
Origen: EE.UU. / Inglaterra
Dirección: Stewart Hendler
Guión: Christopher Yost
Intérpretes: Ben Winchell, Josh Brener, Maria Bello, Andy Garcia, Ana Villafañe, Mike Doyle, Phillip DeVona, Billy Slaughter, Al Mitchell, Lawrence Kao, Brett Gentile, Jahnee Wallace, Avis-Marie Barnes
Fotografía: Brett Pawlak
Montaje: Michael Louis Hill
Música: Nathan Lanier
Duración: 93 minutos
Año: 2016


4 puntos


FALLIDA INTRODUCCIÓN

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

Ya todos sabemos cómo son por lo general las estructuras narrativas de las primeras entregas de las sagas de superhéroes: hay un protagonista (generalmente joven) que adquiere un poder (o el poder está oculto dentro de él y termina por surgir), lo va asimilando a su vida, tiene algunos dilemas morales y finalmente se enfrenta con un antagonista, que ha recorrido un camino similar pero desde una perspectiva negativa. Muy pocas veces se ha intentado alterar esta serie de mecanismos: Josh Trank buscó hacerlo en Los 4 fantásticos y le salió muy mal. Lo que hace Hollywood usualmente es seguir siempre el mismo rumbo, introduciendo pequeñas alteraciones sobre el molde que sirve de base.

Uno de los problemas que tiene Max Steel, film basado en la propiedad de Mattel, es que no alcanza a introducir una perspectiva propia (todo tiene una enorme sensación de ya visto), aunque no es su mayor defecto. El gran inconveniente que tiene la película dirigida por Stewart Hendler y escrita por Christopher Yost (con una larga trayectoria en el mundo de los superhéroes, que incluye Thor: un mundo oscuro), es esencialmente de timing, de los tiempos elegidos para desplegar los elementos de la historia.

Es decir, tenemos a Max McGrath, un muchacho que de chico perdió a su padre y en la enésima mudanza termina descubriendo que posee unos poderes energéticos muy distintivos; la típica toma de consciencia de sus capacidades; una alianza un tanto extraña que construye con una entidad alienígena llamada Steel (voz de Josh Brener), para así evolucionar a ese héroe llamado Max Steel; y el choque con un villano que quiere todo el poder para sí mismo. Pero todo se va presentando a destiempo, o muy rápido, o con gran lentitud, lo que va generando un relato que es tan confuso como aburrido. En eso, no deja de ser llamativo cómo el film da por descontadas ciertas cuestiones (como si todos los espectadores conocieran el mundo heroico abordado), mientras en otras redunda en explicaciones innecesarias.

En el medio, hay un par de secuencias donde Hendler evidencia cierta ambición de lograr una puesta en escena más física y vigorosa; Maria Bello y Andy Garcia en actuaciones a reglamento como la madre y el antagonista del protagonista, respectivamente; Ana Villafañe como una chica que se convierte en el interés amoroso básicamente porque sí; unos pocos chistes que funcionan; y un núcleo temático alrededor de los vínculos paterno-filiales que no pasa de lo superficial. Max Steel es ambiciosa en su presentación, pero definitivamente fallida en su concepción, con lo que termina siendo un fracaso anunciado.

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