Por José Luis de Lorenzo
(especial para @funcinemamdq)
Existe un palacio sin reyes ni príncipes que renueva su fachada todos los años en el mes de mayo. Un día antes del acontecimiento que se celebra, todas las calles, comercios y hogares que lo rodean visten con un póster (foto, ilustración, collage o una mezcla de estas) que fue encomendado a algún artista visual. A tal celebración y a modo de ritual, un día antes, se adorna la fachada del palacio con una gigantografía del póster oficial que cubre gran parte de la estructura edilicia. También se coloca una alfombra roja que será transitada por el director artístico del festivo, los autores de las obras audiovisuales que se presentan, sus actores, espectadores y la crítica.
El edificio / palacio, es una especie de raza en extinción: una sala de cine que alberga aproximadamente a 2294. Se denomina Gran Sala Lumiere, en honor a los hermanos que inventaron el cinematógrafo, una máquina que con un haz de luz permite proyectar imágenes fotográficas continuas creando la noción de movimiento.
Este año el festival cumple 70 años, bodas de titanio y para ello, la celebración tiene una mayor importancia a la de años anteriores, cambios y novedades.
La situación política de la región está un tanto comprometida debido a atentados de público conocimiento. Cuestión que implica que los invitados a esta fiesta sean revisados continuamente antes de ingresar al salón, un control de sensores metálicos de cuerpo entero, revisión de bolsos y luego otro control de metales por dos paletas que carga un señor de seguridad.
Sin creer que se trata de una paranoia, al cuarto día de festival mientras salía de una proyección se activaron alarmas en el Palacio y hubo una evacuación masiva, debido al hallazgo de un paquete sospechoso en la sala Debussy.
La controversia de esta edición se radicó en el “Netflix issue”. Semanas previas al inicio del festival, la organización manifestó su malestar por producciones de la compañía Netflix que están en Competencia Oficial y supuestamente no serían productos a exhibirse en salas cinematográficas. Cuestión por la cual, el festival a través de una comunicación de prensa, indicó un cambio en reglas para ediciones próximas.
La competencia oficial comenzó con la proyección de Ismael’s ghosts de Arnaud Desplechin, seguida en estos primeros cuatro días por Okja de Joon Bong-hoo, BPM – Beats per minute de Robin Campillo, Redoubtable de Michael Hazanavicius, Jupiter’s Moon de Kornél Mundruczó, Wonderstruck de Todd Haynes.
Okja duplicó la controversia, no sólo por ser abucheada al aparecer en pantalla el logo de Netflix sino por un desperfecto en el masking de la pantalla que no permitía mirar el film en su formato original. Okja es un film con una historia de amistad entre una niña y un cerdo que tiene modificación de genes con el objeto de convertirse en el alimento del futuro. Como historia secundaria, el film funciona como una crítica feroz a la industria alimenticia con un efecto muy superior y toma de conciencia efectiva en comparación con cualquier documental que hayamos visto sobre el tema.
BPM – Beats per minute tiene al actor argentino Nahuel Pérez Biszcayart en el rol protagónico. El film narra cómo opera una organización que defiende derechos de portadores de HIV en los años 70’s en París. Frente a la incomunicación con laboratorios, se muestran las acciones que tomó la organización quedando en un segundo plano emergente las distintas historias de casos de los integrantes del grupo.
Redoubtable es el último film de Michael Hazanavicius, director de El artista. En esta ocasión, con forma de biopic, retrata un período de la vida del realizador francés de la Nouvelle Vague Jean-Luc Godard. La estética elegida y el uso del color remiten a la de los mejores films de Godard, al igual que en la edición/montaje. Louis Garrel logra caracterizarse como Godard.
Jupiter’s moon es uno de los peores films vistos en el festival hasta el momento. De origen húngaro, con grandilocuentes efectos especiales y una inconexión atroz entre los géneros que quiere representar. Un film en el que el uso del simbolismo es grosero y mal aplicado. Historia sobre un inmigrante que es baleado y no sólo sana su cuerpo sino que comienza a mostrar conductas extrasensoriales como es una levitación. Ciertos diálogos y simbolismos dan a entender que podría tratarse de un nuevo mesías.
En esta primera jornada de cuatro días, todavía el festival no ha mostrado su as. No encontramos ni un film preferido, ni uno que destaque frente al resto.