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Berretín de una noche de verano


Muy Buena


AGGIORNAMENTO DE UN CLÁSICO

Por Mariana Jaqueline Ramirez

(@funcinemamdq)

Berretin de una noche de verano es una versión libre de la obra Sueño de una noche de verano (1595), de William Shakespeare, que evoca al Buenos Aires de comienzos del siglo XX.

Esta afortunada elección del director Guillermo Ferraro resulta doblemente interesante. Por un lado, porque realiza una nueva lectura de la pieza shakesperiana; por el otro, por las posibilidades que brinda el espacio del teatro El Desguace. Este espacio tiene el hall de espera pasando la sala del teatro, lo cual le permite a los actores empezar en ese sitio, algo novedoso. Desde ese espacio, los protagonistas irrumpen en escena exponiendo los inconvenientes que tienen para dar comienzo a la función: actores que no pudieron llegar, vestimenta incorrecta, pelea entre integrantes del elenco, por mencionar algunos. Estas situaciones se repiten a lo largo de la obra, produciendo mucha comicidad. Allí se hace visible un personaje clave en la pieza, un viejo tano llamado Pietro que converge todas las situaciones interactuando con los espectadores. Ese es el puntapié inicial que unifica este peculiar teatro y nos da la bienvenida a un mundo mágico.

Por lo que delata el título, se trata de una historia que ya conocemos, por lo cual es una representación dentro de la representación (Berretin de una noche de verano # Sueño de una noche de verano). Si bien presentan cosas en común, en ambas piezas se refleja la comedia con tintes grotescos y por momentos algo absurdos, pero con risa liberadora que borra los aspectos mencionados, aliviando esa “irrealidad”. Pero también presentan diferencias que están más apegadas a la tradición del teatro argentino, como por ejemplo el sainete, el tango, el conventillo de la zona Sur, entre otros.

A medida que avanza el relato, esas diferencias se irán complejizando, ya que van y vienen entre la obra clásica y la puesta actual, pero de ningún modo lleva a confundir al espectador. Los actores-personajes, siempre con humor y con cambios de iluminación y música, entran y salen por los laterales, desde abajo del piso, cantan canciones, toman asiento en un lugar que los dispone como espectadores de una obra de la que forman parte como actores, transformando eso en toda la obra como un círculo interminable. Todo lo dicho en función de que finalmente se restituya el orden, y con la recuperación de la armonía finalizar la tarde de ensayo.

Berretin de una noche de verano es un buen plan para terminar la tarde de domingo junto a la familia, desplegando 75 minutos de pura risa.


Versión: Gabriel Virtuoso Actúan: Tomás Alcántara, Adriana Echegaray, Nicolás Fabbro, Ivano Nardacchione, Hernán Ortiz De Elguea, Pettu Salama, Mariano Scovenna, Victoria Trillo Suarí, Franco Vázquez, Gabriel Virtuoso Vestuario: María Verónica Durán Escenografía: Sebastián Mouriño Rey Diseño de luces: Diego Todorovich Supervisión Artística: Natalia Vozzi Dirección: Guillermo Ferraro Duración: 75 minutos Sala: Teatro El Desguace (México 3694, CABA) – Domingos a las 18:00. Hasta el 8 de junio.

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