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Filomena Marturano, matrimonio a la italiana


Muy Buena


CUANDO CASARSE HACE MILAGROS

Por Mariana Jaqueline Ramirez

(@funcinemamdq)

El enorme telón que envuelve el renovado Complejo Cultural Teatro 25 de Mayo (ex Cine Teatro 25 de mayo) resguarda un espacio magnífico que permaneció mucho tiempo cerrado. Hace ya algunos años volvió a lo grande para devolver al barrio de Villa Urquiza el arte que le estaba faltando.

Esta obra de teatro escrita por el dramaturgo italiano Eduardo de Filippo en 1946 fue llevada al cine y televisión, y la interpretaron importantísimos actores de la escena local e internacional, como Sophia Loren y Marcello Mastroianni. La misma cuenta la historia de una mujer que es impulsada desde joven a caminar por un mundo impensado por ella y por parte de su familia. Esto es ocasionado por su belleza e ingenuidad, pero principalmente es expulsada a la calle por la miseria en la que nació, y de ese modo, busca ser alguien en la vida pese a las falencias del entorno al que pertenece.

Con la apertura del telón se vislumbra un espacio escénico repleto de riquezas, como si fuera una casa aristocrática, de un buen pasar económico, con mucha iluminación, grandes escaleras, ventanas, cuadros y muebles delicados.

La puesta en escena expone una situación un tanto desconcertante para el espectador, dado que comienza en medio de la acción hasta que se desmiembra los conflictos principales. Una pareja, Filomena Marturano y Doménico Soriano (interpretados por Claudia Lapacó y Antonio Grimau), junto a ellos dos sirvientas y un cura. Todos los personajes están acongojados en el centro del escenario: allí, tirada en un cómodo sillón está Filomena -como en su lecho de muerte- y a su lado el impecable Doménico, quién accede a casarse para cumplirle su último deseo. Ella consigue su objetivo gracias a la complicidad que tiene con el cura del pueblo. Una vez concretado el casamiento se produce el desenmascaramiento de la trampa en la que han hecho caer al dichoso marido. Pues bien, Filomena después de brindarle varios años de compañía a aquel hombre y de ocultar muchos asuntos personales, necesitaba solamente su apellido: Soriano. Si bien hasta aquí el casamiento ha causado un milagro, la desgracia para ambos es lo que les queda por vivir, aunque lograrán revertir el drama que los aqueja.

La situación de mentiras y desengaños que distancia a la pareja es también la magia que permite la unión. Ella, Filomena, es una típica mujer italiana: plantada, decidida, vivaz, pero también algo tosca y bruta, dispuesta a todo por proteger a sus hijos. Su oponente es él, Doménico: hombre con un buen pasar económico, elegante, dudoso y con una gran debilidad por las mujeres. A medida que se van sucediendo los actos se percibe un aspecto esencial en la pareja que es el pleno amor que se tienen y que los lleva a superar las diferencias personales y económicas que perviven en ellos, dejando en un primer plano lo familiar, que sin lugar a dudas es el motor que los mantendrá unidos.

Completan el elenco un grupo de jóvenes actores muy preparados desde los vocal y lo físico, estableciendo una buena conexión con las excepcionales actuaciones de Claudia Lapacó y Antonio Grimau, que vienen de una camada de actores con otro tipo de preparación, posiblemente más exigente. Asimismo, desde lo técnico, la iluminación, la música y la puesta en escena no presentan fisuras. Entre escena y escena, prácticamente todos los actores cantan alguna canción de amor en italiano acompañando con unos sutiles pasos de baile. Todo esto arma un rompecabezas en esta historia de amor posible que conforma Filomena Marturano, matrimonio a la italiana. Y como si fuera poco, esta espectacular puesta tiene precios accesibles para un teatro que merece ir adquiriendo un público propio, más allá de los límites del barrio.


Autor: Eduardo de Filippo Versión: Dany Mañas Intérpretes: Claudia Lapacó, Antonio Grimau, Milagros Almeida, Maria Roji, Hernán Jiménez, Ignacio Pérez Cortés, Luciano Correa, Talo Silveyra Vestuario del Sr. Antonio Grimau: Ermenegildo Zegna Vestuario de la Sra. María Roji: Leticia Carosella (Rodriguez Peña 1815) Coordinación de vestuario y ambientación: Dany Mañas Diseño de luces: Gisela Marchetti Montaje y realización de escenografía: Didac Estudio Fotografía: Machado-Cicala-Morassut Diseño Gráfico: Lucila Gejtman Prensa y comunicación: Marcelo Boccia, Carlos Mazalan, Ariel Zappone para BMZ Comunicaciones Arreglos y dirección vocal: Matías Ibarra Stage Manager: Martias Henderson Dirección de producción: Roni Isola Directora repositora: Dalia Elnecavé Diseño de escenografía original: Eugenio Zanetti Producción general: Dany Mañas Dirección: Helena Tritek Duración: 75 minutos Sala: Complejo Cultural Teatro 25 de Mayo (Av. Triunvirato 4444, CABA) – Jueves, viernes y sábados a las 20:00, domingos a las 19:00.

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