Por Rodrigo Seijas
ATENCIÓN: SPOILERS
La violencia ya empieza a impregnar de manera manifiesta el desarrollo de la sexta temporada de Game of thrones, pero No one es un capítulo interesante por cómo construye una narración donde esa violencia adquiere diferentes niveles de exposición.
“Escojo la violencia”, dice Cersei Lannister, segundos antes de que La Montaña le arranque la columna vertebral a uno de los Militantes de la Fe que pretende llevársela a la fuerza. Con un par de indicios, sin demasiadas remarcaciones, ya intuimos el salvajismo de la acción. Pero esa habilidad del guerrero no servirá para mucho más, ya que el joven rey anula la modalidad de juicio por combate. Encima elude el contacto con ella de forma casi permanente, lo cual no deja de ser otra forma de violencia.
Continuando con los Lannister, ahí tenemos a Jaime mostrando en todo su esplendor su amor por Cersei y amenazando con extraordinaria sutileza y a la vez brutalidad a Edmure Tully, apelando a su amor como padre. Lo de Jaime es de una gran astucia y consigue quedarse con Riverrun sin perder ni un solo hombre, ni derramar una gota de sangre, sólo remarcando lo que es capaz de hacerle a un hijo, y por ende, a un padre.
Si uno va analizando cada escena de No one, sorprende el contraste permanente entre los niveles de violencia, incluso dentro de las mismas secuencias. Porque podemos ver a Miss Fisher masacrada (y el horror de Arya observándola) y la persecución que sigue a continuación posee una tensión abrumadora desde lo físico, desde el cuerpo de Arya haciendo lo posible por sobrevivir. Pero el clímax es eludido con enorme elegancia y simplicidad, usando la oscuridad como recurso.
Algo similar se puede decir de los sucesos ocurridos en Meereen (vale decir que la charla previa entre Tyrion, Missandei y Gusano Gris previa a que se desencadene todo el asunto, por más que es graciosa, no deja de ser sumamente redundante), donde los rasgos de espectacularidad funcionan como ocultamiento de la masacre ocurrida en la ciudad, encapsulando el suspenso dentro del palacio.
En un capítulo de confirmaciones como es No one, los gestos más significativos no son tanto de Arya (quien asume su identidad, aunque se veía venir desde hace rato), sino del Sabueso, quizás encontrando algo significativo por lo cual luchar; y de Brienne, volviendo a mostrar, discreta pero honradamente, tanto su amor por Jaime como su lealtad hacia los Stark, aún a pesar de dejar atrás al Pez Negro, quien tiene una muerte a la altura de su dignidad y coherencia, aunque sea fuera de campo. La semana que viene, el noveno episodio traerá el que promete ser de mayor despliegue de la temporada.