No estás en la home
Funcinema

The final girls

final1Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Dirección: Todd Strauss-Schulson
Guión: M.A. Fortin, Joshua John Miller
Intérpretes: Taissa Farmiga, Malin Akerman, Alexander Ludwig, Nina Dobrev, Alia Shawkat, Thomas Middleditch, Adam DeVine, Angela Trimbur, Chloe Bridges, Tory N. Thompson, Reginald Robinson, Lauren Gros
Fotografía: Elie Smolkin
Montaje: Debbie Berman
Música: Gregory James Jenkins
Duración: 88 minutos
Año: 2015


6 puntos


Drama y comedia, madre e hija

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

final2En cierta forma, The final girls es heredera de la saga Scream, aunque termina enfilando por otro camino. Si la tetralogía cinematográfica (y luego la serie) -cuya mente central era Wes Craven- establecía todo un discurso paródico sobre el slasher para luego crear su propia criatura y así recuperar la esencia primaria compuesta por el temor, el suspenso y la anticipación por el derramamiento de sangre, lo del film de Todd Strauss-Schulson (quien venía de dirigir Dos colgados muy fumados: Harold y Kumar en Navidad) apunta más hacia una estructura de comedia con tintes dramáticos.

Ese transitar entre dos tonos que confluyen por momentos está pautado desde el inicio: la joven Max Cartwright (Taissa Farmiga, hermana menor de Vera Farmiga) perdió en un accidente a su madre Amanda (Malin Akerman), una actriz que tuvo sus quince minutos de fama con un papel en un pequeño clásico slasher llamado Camp bloodbath. Tres años después, y aún sin poder superar el trauma, Max es arrastrada por el hermanastro de su mejor amiga a una doble presentación especial del film y su secuela. Durante la proyección comienza un incendio y por un extraño -e inexplicado, porque la verdad que no hace falta- fenómeno, Max y todo un grupo de jóvenes terminan atrapados dentro de la película, teniendo que adaptarse a las reglas del relato -y, obviamente, del género- para sobrevivir a la situación.

Hay también en The final girls unos cuantos elementos de El último gran héroe en lo que refiere a ese salto a una realidad paralela, aunque el modelo específico -que ese film inventado que es Camp bloodbath reproduce casi como un calco- es la saga de Viernes 13. Y si el guión de M.A Fortin y Joshua John Miller va creando toda una sucesión de situaciones hilarantes, que buscan deconstruir permanentemente las estructuras genéricas, lo cierto es que el drama, que arranca como telón de fondo, va adquiriendo un lugar central. Lo que termina contando The final girls es la historia de una chica tratando de recuperar el tiempo perdido con su madre, aunque sea de manera difusa y mediatizada, porque la persona que tiene frente suyo es en verdad un personaje ficcional.

A The final girls se le pueden criticar unas cuantas cosas, porque su premisa luce un poco estirada, lo que deriva en un pozo narrativo hacia la mitad del metraje, con el relato entrando en una improductiva dinámica de repetición. Pero aún así hay que reconocerle sus riesgos, porque no le teme a fusionar lo cómico con lo dramático. Sin embargo, el principal mérito pasa por su cuidado y cariño por los personajes centrales y el uso del tema musical Bette Davis eyes, de Kim Carnes -que define en cierto modo el vínculo entre Max y Amanda-, es toda una demostración.

Sin ser una gran película y con lo despareja que es, The final girls encuentra en unos cuantos pasajes el equilibrio justo entre el humor negro, la mirada sarcástica sobre el slasher y el drama materno-filial. Lo hace porque elude la canchereada fácil, haciendo foco en lo que quiere contar y en los sentimientos de las protagonistas. Eso puede parecer simple, pero muchos films fallan en ese aspecto.

Comentarios

comentarios

1 comment for “The final girls