Por Rodrigo Seijas y Mex Faliero
-Lunes 19, a las 19:25 por AMC, Cuestión de honor. La investigación de un asesinato ocurrido en una base militar norteamericana es el punto de inicio para que Rob Reiner construya uno de esos ejercicios estilísticos tan caros al cine de Hollywood: una película de juicios en la vieja escuela. Pero la película tenía varios elementos dispersos que la convertían en un producto de interés: es el primer guión del genial Aaron Sorkin, Tom Cruise estaba en plan “voy a convertirme en un actor en serio” y Jack Nicholson estaba en plan “voy a actuar unos minutos y a morfarme la película”. Más allá de los diversos genios en choque, Reiner logra unificar un tono y construye un relato sólido, entretenido a la vez que complejo y crítico de ciertas estructuras que construyen el orgullo del norteamericano medio. Y era una gran película de juicios.
-Martes 20, a las 10:25 por Fox Classics, Una mujer de París. Primer drama que dirigió Charles Chaplin para la United Artist, compañía de la que él mismo había sido co-fundador, esta película busca denunciar la hipocresía y la doble moral de la sociedad a partir de la desdichada historia de unos enamorados luchando contra todas las barreras posibles instauradas por el contexto. Un film definitivamente atípico en la carrera del director, que no teme recurrir a la ironía y donde ya estaba presente una mirada definitivamente social, que lo distinguía claramente de otros realizadores.
-Miércoles 21, a las 11:20 por Fox Action, 16 calles. Richard Donner es un cineasta que sigue filmando como si estuviera en los ochenta, preocupándose por desarrollar los dilemas y contradicciones personales de los personajes, para luego utilizarlos como disparadores de una acción donde importan más los climas y determinadas instancias de violencia, antes que la espectacularidad banal. Este es un muy buen ejemplo, un policial de redención con un preciso manejo del espacio urbano neoyorquino y el límite temporal, con una muy buena performance de Bruce Willis -trabajando la caída física de la mano de la moral- y un David Morse al que no le cuesta nada ser una muy mala persona.
-Jueves 22, a las 15:45 por Fox Classics, La luna. Como siempre, Bernardo Bertolucci eleva la apuesta al máximo en esta película, un drama donde bajo un manto de apariencias conviven la autodestrucción y el incesto de la mano del deseo. Lo llamativo es cómo el director italiano construye la trama a partir de las decisiones de los protagonistas, que gozan de personalidades, experiencias y visiones distintivas, sin buscar el impacto por el mero impacto, y dándole sentido a todo lo que cuenta. Un film de constante tensión e interés, que posee asimismo un notable marco visual y cuyas huellas estéticas, formales y narrativas pueden rastrearse en cineastas como Gus Van Sant.
-Viernes 23, a las 16:00 por INCAA TV, Nietos (identidad y memoria). Antes de Infancia clandestina, Benjamín Avila había dirigido este documental en el que le daba voz a los niños que habían sido apropiados durante la dictadura y que ahora, crecidos, fueron recuperados por Abuelas de Plaza de Mayo. Es un documental de testimonios, un muestrario de voces, pero uno muy sensible y ajustado en función de su búsqueda: una mirada diferente sobre la temática, valiente y compleja, como la que el mismo Avila ofrecería luego, desde la ficción, con la mencionada Infancia clandestina.
-Sábado 24, a las 18:20 por Volver, Herencia. El primer largometraje de Paula Hernández tal vez sea su mejor película, el encuentro entre una mujer que llegó al país luego de la Segunda Guerra Mundial y un joven que viajó a la Argentina buscando un amor perdido. El choque no sólo oficiará como espacio de redención para cada personaje, sino que además ofrecerá una mirada interesante sobre el extranjero y su inserción en un espacio extraño; y de choque entre otros inmigrantes que se sucede en 
el marco del restaurante que maneja la mujer. En definitiva, un homenaje al extranjero y a una ciudad cosmopolita como Buenos Aires, pero alejada de la postal.
-Domingo 25, a las 22:00 por Fox Classics, El puente sobre el Río Kwai. David Lean parece haber llegado al cine para edificar clásicos enormes. Este es uno de sus films más emblemáticos, una gran producción con elenco de renombre y una respiración que evidencia su inmortalidad. Un grupo de prisioneros británicos debe construir un puente bajo las órdenes de oficiales japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. El conflicto es inevitable, como así también la británica mirada de Lean y su sentido del gran espectáculo cinematográfico, algo abstracto que hoy parece perdido y guardado a pocos realizadores, pero que en el pasado servía para construir estas películas inmortales.
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