Muy Buena
Las verdades y mentiras del amor
Por Rodrigo Seijas
En la superficie, lo que cuenta La amante de Bertolt B. es la historia de amor entre una actriz vienesa que fue desplazada por el nazismo y que ahora debe convertirse en la amante de Bertolt Brecht, quien ha vuelto a Berlín Oriental luego de quince años de exilio, para espiarlo y dar cuenta de todos sus movimientos; y quien supervisa su labor, un funcionario de la policía política del partido comunista, que desconfía de la fidelidad y honestidad del autor teatral. Pero en verdad, esa superficie narrativa esconde una profunda reflexión sobre cómo el amor se construye muchas veces con capas de verdades que se van revelando poco a poco, aunque al mismo tiempo funcionen para ocultar otros aspectos de las personas.
A la vez, en la obra de Marcelo Mangone, inspirada en la novela de Jacques-Pierre Amette pero también fruto de un particular trabajo conjunto, se van colando otros tópicos, como la matriz teatral dialogando consigo misma desde lo actoral (todos los protagonistas están siempre desempeñando un papel para alguien más, y el gran desafío para ellos es trascender esa barrera autoimpuesta y revelarse frente a los demás y a sí mismos); y cómo la Historia afecta las historias de los individuos (los personajes son seres claramente marcados por las huellas que dejó el horror del nazismo y que deja la vigilancia extrema del comunismo) y los lugares que habitan (el centro de operaciones que funciona como escenario, y que en algún momento fue una especie de bar, con sus mesas deshabitadas, es también un símbolo de cómo el contexto cambia a los sujetos).
Pero en verdad, lo importante, lo principal, lo imprescindible es esa historia de amor construida a base de avances y retrocesos, pautados por los saltos temporales que van explicando las vacilaciones, reconocimientos y lentas, pausadas manifestaciones de los sentimientos que aquejan no sólo a la pareja central, sino también a la propietaria del lugar, una mujer limitada, golpeada por la vida, pero que no deja de tener un punto de vista sólido y complejo sobre los acontecimientos que se van sucediendo. Aunque claro, no puede olvidarse la participación de ese cuarto personaje que es Bertolt Brecht, quien nunca aparece pero a través de su presencia en off va condicionando las conductas y decisiones de los protagonistas, quienes utilizan su figura como una especie de significante vacío sobre el cual depositan sus expectativas, deseos y frustraciones.
La profundidad y complejidad narrativa y estética de La amante de Bertolt B. está evidenciada a través de la utilización del escenario, que adquiere en secuencias muy puntuales una profundidad llamativa, expresando los interrogantes que afrontan los personajes, las dudas que los aquejan, lo que ocultan o muestran voluntaria e involuntariamente. Ese espacio hondo y a la vez asfixiante, construido sutilmente no sólo a través de lo visual sino también a través de lo sonoro, donde pesa la desconfianza y la desesperanza, pero también la añoranza y la necesidad de liberarse, es un campo de batalla que habla también de una época de tensiones donde amar no era precisamente fácil. Sin embargo, las luchas principales nunca dejan de ser hacia dentro de los protagonistas, quienes pelean consigo mismos para dejar salir, poco a poco, sus sentimientos hacia la persona que tienen enfrente. Ese quizás sea el mayor acierto de La amante de Bertolt B.: su capacidad para adquirir universalidad sin perder de vista el tiempo y lugar donde transcurre. Por eso es una obra fuertemente situada que a la vez moviliza a cualquier espectador.
Dramaturgia: Marcelo Mangone Actúan: Verónica D’amore, Andrea Juliá, Mario Petrosini Vestuario: Carlos Di Pasquo Escenografía: Carlos Di Pasquo Diseño de luces: Fernando Díaz Música original: Sergio Vainikoff Fotografía: María Gutiérrez Ilustrador: Beatriz Bekerman Diseño gráfico: Marcelo Mangone Asistencia de dirección: Nicolás Lecuna Prensa: Tehagolaprensa Producción ejecutiva: Del imaginario teatristas Producción: Convexa Producciones Dirección: Marcelo Mangone Duración: 70 minutos Sala: Andamio ´90 (Paraná 660 – CABA) Viernes a las 20:30 – Hasta el 28/08/2015.
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