Por Rodrigo Seijas y Mex Faliero
-Lunes 11, a las 22:00 por Fox Classics, Los dioses vencidos. Pesos pesados como Marlon Brando, Montgomery Clift, Dean Martin, Maximilian Schell y Lee Van Cleef encabezan el elenco de este drama bélico dirigido por Edward Dmytryk, un realizador no tan recordado pero que cuenta con varias obras de renombre. Un relato que se permite abordar las formas de supervivencias y las nociones de dignidad, lealtad y ética en los distintos bandos que se enfrentaron durante la Segunda Guerra Mundial, aprovechando el carisma de sus protagonistas y construyendo un discurso que a pesar del paso del tiempo no deja de sorprender por su fuerte contenido antibelicista.
-Martes 12, a las 14:30, por TCM, La máquina del tiempo. Basada en la novela de H.G. Wells, esta película del artesano George Pal protagonizada por Rod Taylor, Alan Young e Yvette Mimieux sigue las aventuras del científico que construye un vehículo para viajar a través del tiempo. El pasado y el futuro aparecen representados en esta versión, que tiene el encanto de las viejas producciones de ciencia ficción que, además, consustanciadas con la época poseían una necesaria mirada antibelicistas. Sin embargo, lo que importó siempre es su inquebrantable espíritu de aventura.
-Miércoles 13, a las 22:00 por INCAA TV, Dios y el Diablo en la tierra del sol. Glauber Rocha fue un cineasta que alteró el panorama no sólo del cine brasileño: el terremoto que era su obra sacudió a toda Latinoamérica e incluso el mundo. Esta es probablemente la película donde comenzó a cimentar su estilo único e incluso inclasificable, con una historia con un punto de partida simple pero que el realizador enriquece de manera explosiva, alimentándose de las tradiciones y mitos del nordeste de Brasil, a los que les brinda una relectura política, sustentada en las esperanzas que despertaba la Revolución Cubana. Un film que comienza con una estructura dual, para luego tornarse en circular, siempre alterando la percepción del espectador y rompiendo con todo lo establecido. Pura vanguardia, de furiosa actualidad a pesar del paso del tiempo y por eso imprescindible.
-Jueves 14, a las 16:55 por HBO Plus, Serenity. Antes de alcanzar un éxito rotundo con Los Vengadores y Avengers: era de Ultrón, Joss Whedon fracasó de manera bastante estrepitosa -y con total injusticia- con este simpático film, adaptación a la pantalla grande de la efímera serie Firefly. Un entretenimiento muy bien construido, que detrás de su apariencia aparentemente simple posee una lectura inteligente y original de géneros como el western y la ciencia ficción, a los que les incorpora elementos políticos y cómicos hábilmente balanceados. Igual, lo que termina resaltando es el gran cariño por los personajes que aporta el cineasta, dándole un tono muy humano al universo de fantasía en el que transcurre la historia.
-Viernes 15, a las 22:00 por Fox Classics, Días de gloria. En sus comienzos, Terrence Malick ya anticipaba un poco ese estilo algo barroco y con tendencia a la grandilocuencia reflexiva que empantana sus últimas producciones, pero en este film protagonizado por Richard Gere y Brooke Adams ese estilismo virginal estaba superado por una pulsión narrativa mucho más intensa. Pulsión que, por otra parte, era una extensión del triángulo amoroso que protagonizaban sus personajes.
-Sábado 16, a las 12:00 por FOX1, El Gran Hotel Budapest. Recientemente nominada al Oscar como mejor película, esta producción de Wes Anderson es no sólo una extensión de su mundo estéticamente reconocible sino también un homenaje a las comedias de los años 30 del siglo pasado. Un film lunático y de un ritmo que destroza cualquier esperanza contenidista, el centro 
es la figura de un conserje de hotel y sus recuerdos sobre algunos episodios ocurridos en la primera mitad del siglo XX. A la ambientación que habitualmente brilla en Anderson, hay que sumar un elenco que está a sus anchas con un Ralph Fiennes nunca tan gracioso, y un aire de cuento que le aporta una mirada sumamente melancólica al film.
-Domingo 17, a las 12:00 por INCAA TV, Milagro en Milán. El neorrealismo italiano se expandía con este film de Vittorio de Sica, que sumaba elementos fantásticos a un subgénero que hizo del extremo realismo su principal arma estética. La película sigue lo que ocurre en un barrio de gente humilde de Milán, cuando se descubre que bajo el suelo hay petróleo y un huérfano se enfrenta a un poderoso empresario que quiere quedarse con las riquezas. Junto a Ladrón de bicicletas y Umberto D, es considerada parte de la gran trilogía neorrealista de De Sica.