No estás en la home
Funcinema

24 líneas por segundo: autores desautorizados

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

hazanaviciusSi esta noche Alejandro González Iñárritu le gana el Oscar a Richard Linklater y Wes Anderson como mejor director, la Academia habrá comprobado definitivamente su amplio prejuicio hacia una generación de realizadores del cine norteamericano que construyeron el cine más interesante y personal que se ha realizado en aquel país en los últimos 25 años. Igualmente es una tara habitual de Hollywood: allá por los 90’s recién empezaron a reconocer a la generación que en los 70’s modificó la industria de cine norteamericana: Stone, Spielberg, Eastwood, Scorsese, Zemeckis tuvieron que esperar hasta entonces para ser premiados. Tomemos 1990 como año de inflexión y pensemos en el cine norteamericano más interesante que haya surgido desde entonces: aparecerán los nombres de Wes Anderson, Paul Thomas Anderson, Quentin Tarantino, Alexander Payne o Richard Linklater. Cualquier cinéfilo puede recordar alguna de sus películas, es imposible no pensar en Los excéntricos Tenenbaums, Magnolia, Pulp fiction, Entre copas o Antes del amanecer como obras autorales y que sirven para cimentar un universo particular e iconográfico. Sin embargo, ninguno ganó un Oscar hasta el momento y sí lo hicieron Tom Hooper, Michel Hazanavicius, Sam Mendes… ¡hasta Ang Lee se ganó dos estatuillas! Stephen Daldry fue nominado tres veces… por suerte no ganó, válgamedios. Trate de recordar usted qué dirigió Tom Hooper, es más… trate de recordar El artista. O Chicago. Lo más cerca a un reconocimiento generacional, llegó con el Oscar a los hermanos Coen por Sin lugar para los débiles, allá en 2008, o a Steven Soderbergh en 2001 por Traffic (tal vez una de sus peores películas). Aunque los Coen son de los 80’s. Tampoco deja de ser curioso que hayan sido premiados Anthony Minghella, Sam Mendes, Roman Polanski, Peter Jackson, Danny Boyle, Tom Hooper, Michel Hazanavicius, Ang Lee, Alfonso Cuarón. Es decir: ingleses, un polaco, un neozelandés, un francés, un taiwanés, un mexicano. Hollywood y su complejo de inferioridad manifiesto, pero también su cosmopolitismo mentido: son extranjeros, pero con las herramientas expresivas de Hollywood. Mientras tanto, ese cine generacional que recordamos como parte de nuestra memoria audiovisual queda en el olvido de los premios. Y, se sabe, los premios son deporte, nada que ver con el arte.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.