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Siete días de cine en la TV: Hawks, Stone, Wilder, Ozon

Por Rodrigo Seijas y Mex Faliero

(@fancinemamdq)

rio_bravo-Lunes 19, a las 14:30 por TCM, Río Bravo. Howard Hawks y uno de esos western ejemplares, una obra maestra absoluta que se pone por encima de cualquier género y se imprime en la leyenda del cine. Enormes actuaciones de John Wayne y Dean Martin, en este film que no sólo fue una referencia posterior para muchos directores (Asalto al precinto 13, por ejemplo) sino para el mismo Hawks, que  lo revisitaría un par de veces más en su carrera.

-Martes 20, a las 19:55 por Movie City Classics, Pelotón. Allá por los 80’s Oliver Stone era un director mucho más interesante de lo que fue a posteriori. Al menos el brío le duraría hasta buena parte de la década de 1990. Este es uno de sus tantos acercamientos  a la guerra de Vietnam, una película celebradísima en su momento que exhibía la potencia en la mirada política del realizador, contundente y ambigua, y también un alegato contra la guerra bastante descarnado.

-Miércoles 21, a las 10:25 por Fox, Un ratoncito duro de cazar. El primer largometraje de Gore Verbinski ya dejaba bien en claro que estábamos no ante un realizador de medio pelo y obediente a todos los mandatos de un estudio, sino ante un cineasta con muchísimas ideas y un punto de vista propio, original, que le permitía crear sólidos universos. Este es un film destinado en principio al público infantil pero cuya premisa es apenas el punto de partida para una sucesión de secuencias alucinantes que van escalando cada vez más el disparate, de la mano de un Nathan Lane cuyos desbordes típicos son en este caso plenamente funcionales, un perfecto Christopher Walken y un roedor que es la versión en miniatura del correcaminos.

-Jueves 22, a las 18:10 por Movie City Classics, Piso de soltero. Billy Wilder fue un genio. Vaya novedad. Pero para los que aún no lo descubrieron, vale muchísimo acercarse a esta obra maestra que exhibe en plan de comedia romántica una mirada a los vínculos laborales y humanos allá por el comienzo de los 60’s, un momento de quiebre en la historia norteamericana. Hombres que engañan a sus esposas, cinismo en amplias dosis que no invalida la mirada humanista y dos protagonistas lúcidos: Jack Lemmon y Shirley MacLaine. Sin dudas, Piso de soltero, en su retrato del mundo laboral, es la mayor inspiración de una serie como Mad men.

-Viernes 23, a las 14:05 por Cinemax, Austin Powers: agente internacional del misterio. Las películas con Mike Myers suelen ser desparejas, y esta no lo es menos. Pero es, también, una de las obras que mejor supo ilustrar el barroco imaginario de este actor y autor notable. Jay Roach es quien le da el marco para explotar su mirada a la iconografía británica de los 60’s, a las películas de James Bond y a la sexualidad atravesada por el filtro de diferentes décadas. Una comedia que absorbe el historial de sagas como La pantera rosa o La pistola desnuda, y lo reelabora en clave kitsch.

-Sábado 24, a las 18:00 por Max, En la casa. Uno de los mejores films estrenados el año pasado en los cines de la Argentina, en el que el director y guionista Francois Ozon, basándose en la obra teatral de Juan Mayorga, va configurando un relato de múltiples aristas, que reflexiona con notable inteligencia sobre los ensamblajes de una narración literaria, el poder de la invención, la confrontación entre clases socio-económicas, la mirada y el recorte que establece el individuo, lo que se elige contar o no y hasta las difusas líneas que separan al maestro del alumno. Una película que desde el minuto captura al espectador para no soltarlo jamás y que transita por varios géneros con una fluidez asombrosa, pensando y hasta reinventado las distintas expresiones del arte.

gigantes_acero-Domingo 25, a las 19:40 por Space, Gigantes de acero. En Hollywood, a veces el éxito no se trata del surgimiento de algún talento individual o de astutas estrategias de marketing: lo que hay es mucho corazón y laburo en equipo. Esta especie de remake robótica de Rocky es un ejemplo: un relato simple, directo; personajes que adquieren complejidad a partir de denotar su sencillez; un elenco donde cada estrella -grande, mediana, pequeña- se desempeña al servicio de lo que se está contando y no para el lucimiento propio; y una dirección que va construyendo la identificación, la excitación, los nervios y finalmente la emoción paso a paso, sin apresurarse y con gran solvencia. Una de esas películas para creer que el buen cine industrial también es posible.

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