Título original: Wyatt Earp’s Revenge
Origen: EE.UU.
Dirección: Michael Feifer
Guión: Jeffrey Schenck, Darren Benjamin Shepherd, Peter Sullivan
Intérpretes: Val Kilmer, Shawn Roberts, Daniel Booko, Matt Dallas, Steven Grayhm, Scott Whyte, Levi Fiehler, David O’Donnell, Diana DeGarmo, Trace Adkins, Caia Coley, Kaitlyn Black
Fotografía: Roberto Schein
Montaje: Sean Olson
Música: Andres Boulton
Duración: 93 minutos
Año: 2012
Compañía editora: Blushine
2 puntos
Titanes sin duelo
Por Mex Faliero
La primera película de Michael Feifer data de 2005: desde entonces y hasta la actualidad (nueves años y contando) ya tiene 36 créditos como director, la mayoría películas hechas para televisión o formato hogareño. Un tipo realmente activo, fiel heredero del método de producción asiático, donde un director puede estar involucrado con tres o cuatro proyectos en un año. Claro, este tipo de productividad no tiene por qué estar relacionado con la calidad, y La venganza de Wyatt Earp es un claro ejemplo de eso. Este western revisionista sobre un personaje emblemático del oeste norteamericano (y del cine) es un producto que en cada plano evidencia su germen televisivo, con un aspecto visual pobrísimo y actuaciones carentes de toda la épica que exige la historia, lo que incluye a un Val Kilmer desprovisto de todo gesto como un Wyatt Earp viejo que recuerda sus orígenes.
El film cuenta lo suyo en dos tiempos: el presente (comienzo del Siglo XX), con Earp siendo entrevistado por un escritor sobre la historia de cuatro pistolas fabricadas por Colt, y el recuerdo del sheriff ubicado en el pasado (años 70’s del Siglo XIX), cuando el crimen de una actriz lo comprometió a vengar esa muerte junto a gente como Bat Masterson y Charlie Bassett. El relato va y viene en el tiempo, dejando el presente para el relato oral y el pasado para la acción y el western, en una clara alusión al hoy como un espacio donde el mito sólo puede ser recreado mediante la palabra. Y donde la lógica de esos hombres de armas tomar es puesta en crisis, tal vez un poco desde la ignorancia. Porque decididamente la película de Feifer se siente cómoda avalando determinado tipo de justicia que estos hombres representaban y que forman parte de su ambigüedad como íconos.
El cine ha tenido muchos otros Wyatt Earp: desde Henry Fonda a Burt Lancaster, pasando por Kevin Costner y hasta por Kurt Russell en aquella Tombstone donde incluso Val Kilmer hizo de Doc Holliday. Así que digamos que el mito de Earp está cubierto, y esta película es poco lo que puede aportar, más allá de la historia de amor trágico que quiere darle un tono de amargura al personaje. Sin lograrlo. Feifer es un tipo que va y pone la cámara, alguien que dirige cine como quien trabaja en un estudio contable, y su impericia para filmar una escena de acción es la misma que para registrar un momento donde los personajes deben hacer presente su dolor interior. El guión de La venganza de Wyatt Earp indaga en varios aspectos, como la justicia por mano propia, la noción del bien y del mal, la lógica de otros tiempos, los códigos masculinos del oeste y hasta el destino del héroe trágico. Pero nada luce ante un director que parece desconocer el romanticismo de un género clave para el cine norteamericano, y que cuenta con una producción evidentemente bastante pobre donde los disparos son de cebita y una madre de villanos que parece haber sido la descubridora del bótox en el salvaje oeste.