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VENECIA 2013: cerró la competencia oficial sin un favorito claro

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La competición oficial del 70 Festival de cine de Venecia se cerró hoy sin un favorito claro para el León de Oro que se entregará mañana y que podría ir a parar a las manos de Stephen Frears, Tsai Ming-liang, Philip Gröning o Hayao Miyazaki.

Tras la proyección de los 20 films en la sección oficial de la Mostra, la opinión unánime es que no hay ninguna obra maestra y que ha faltado un trabajo que destaque notablemente sobre los demás.

La película que más ha gustado ha sido sin duda Philomena, del británico Stephen Frears, una historia de adopción ilegal que cuenta con un brillante guión y una maravillosa Judi Dench, que ha ofrecido la mejor actuación femenina del festival y que debería ganar la Copa Volpi en su categoría.

Pero el film de Frears es probablemente demasiado convencional para un festival que se caracteriza por premiar obras arriesgadas, y además hay que recordar que el presidente del jurado de la sección oficial, Bernardo Bertolucci, dijo el primer día del festival que quería ser sorprendido.

Si se atiene a ese deseo, los films más impactantes de esta Mostra son Jiaoyou, de Tsai Ming-lian, Hayao Miyazaki con Kaza tachinu, o Die Frau des Polizisten, de Philip Gröning.

-SACRO GRA. Un retrato de la vida en la carretera de circunvalación de Roma se ha convertido en el más excéntrico de los diversos documentales que han impactado Venecia. Sacro GRA, del director italiano Gianfranco Rosi explora la vida de una docena de personajes, entre los que destaca un científico que lucha contra una plaga de gorgojos, aunque sus nombres, profesiones y personalidades se van conociendo poco a poco. Es uno de los dos documentales que aspiran al León de Oro que se otorgará mañana en la Mostra de Venecia. Sacro GRA comienza despacio, y quizá poco convincentemente, mostrando los coches que recorren el Grande Raccordo Anulare mientras se ve un rebaño de ovejas de fondo. Pero poco a poco la lente de Rosi va cogiendo ritmo, y como una cámara de CCTV, entra en los barrios y los lugares de trabajo, incluyendo un barco pesquero en el río Tíber. El personaje principal es el científico Francesco, obsesionado con encontrar una defensa contra los gorgojos que infestan y amenazan con destruir los bosques de palmeras en las afueras de Roma. Francesco defiende que la palmera tiene «la forma del alma humana».

stouth-ES-STOUH. Cinco historias que muestran la hipocresía de la vida actual en Argel y, en especial, la situación de las mujeres es lo que cuenta Es-Stouh, la película del director argelino Merzak Allouache que cerró hoy la competición oficial de Venecia. «Todo lo que muestro en el film simboliza la hipocresía de nuestra sociedad en la que se están produciendo muchos fenómenos que no se quieren reconocer», afirmó hoy en rueda de prensa el realizador, que puso como ejemplo los casos de pedofilia de los que se ha empezado a hablar en los últimos meses. Los jóvenes argelinos están viviendo un «periodo confuso» y además hay «una especie de violencia en las calles, en las relaciones y en los diálogos». Un hombre es torturado, porque no quiere firmar un documento; una niña trata de tener una relación normal con su tío, encerrado en una jaula; un grupo de música ensaya en una terraza; el propietario de un edificio intenta echar a una mujer mayor que vive ilegalmente en la terraza, y un equipo de televisión se encuentra en el peor sitio en el peor momento. Cinco historias bien narradas y con una evidente unidad temática y de estilo, que cumple su objetivo de denuncia social, pero que no aporta nada desde el punto de vista cinematográfico.

scola-SCOLA. Ettore Scola presentó hoy en la Mostra de Venecia un precioso, emotivo y brillante homenaje a su amigo Federico Fellini, con un film que consigue retratar con profundidad al autor de La dolce vita a través de pinceladas y recuerdos muy personales. Che strano chiamarsi Federico – Scola racconta Fellini huye con elegancia de la lágrima fácil y de la tristeza que suelen invadir las películas homenaje. «Es triste el que muere sin dejar trazas ni huellas, pero no hay que llorar por la muerte de Fellini», afirmó hoy Scola, que ha regresado al cine para realizar este film. Retirado desde hace dos años, Scola no dudó en ponerse de nuevo tras la cámara para construir esta película con motivo del vigésimo aniversario de la muerte de Fellini, que se cumple el próximo 31 de octubre. «Es un álbum lleno de fotografías, de escritos, de recortes y de recuerdos y, como todos los recuerdos, alguno está borroso y se ha tenido que reconstruir un poco» a través de una gran labor de búsqueda en los archivos, explicó hoy en una rueda de prensa un frágil, pero lúcido e irónico, Scola. A sus 82 años, el realizador de «Una jornada particular» no quiere hacer llorar ni construir películas lacrimógenas: «Hoy la gente se conmueve demasiado», afirmó.

(Fuente: Yahoo)

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