Un thriller ultraviolento ambientado en el mundo de burdeles y clubes de lucha de Bangkok fue criticado hoy en el Festival de Cine de Cannes por el exceso de sangre, que el director danés Nicolas Winding Refn defendió calificándolo de arte.
Otra película a concurso que recurre a la venganza también se estrenó hoy, Grigris, quinta cinta del director chadiano Mahamat-Saleh Haroun, que ganó el premio del jurado en 2010 por A screaming man.
Only God Forgives, de un director que ganó el premio al mejor director en Cannes hace dos años, es la historia de Julian, un fugitivo estadounidense interpretado por el canadiense Ryan Gosling, que dirige un club de boxeo en la capital tailandesa que utiliza como tapadera para un negocio de drogas.
Después que su hermano fuera asesinado por matar a una prostituta, su madre gángster llega exigiendo la cabeza de sus asesinos, incluyendo un misterioso policía hábil con la espada.
En una escena, un hombre está inmovilizado en una silla con cuatro pinchos mientras le sacan los ojos y en otra una espada abre el pecho de un hombre, con el consiguiente derramamiento de sangre y exposición de costillas.
La película dividió a la crítica en Cannes. Algunas personas se salieron del pase de prensa y otras abuchearon al final, mientras que algunos la describieron como «estéticamente brillante».
«El arte es un acto de violencia (…). Me acerco a las cosas en buena parte como un pornógrafo y es sobre lo que me surge», dijo Refn en rueda de prensa, en la que no estuvo Gosling, que está en Detroit haciendo su debut como director.
-TEDESCHI. Un château en Italia, de Valeria Bruni Tedeschi, tuvo una buena acogida en el Festival, en el que compite dentro de la sección oficial, con una historia inspirada en su familia y que cuenta con la participación como actriz de su madre, Marisa Borini. Una película dedicada a Virginio, el hermano de Valeria, fallecido de sida en 2006 y que inspira uno de los personajes que aparecen en la historia, contrariamente a su hermana mayor, Carla Bruni, de la que no hay ni rastro en la narración. «La vida real y de las guionistas con las que he trabajado es nuestro material de partida, nuestras vidas, lo que vemos a nuestro alrededor, nuestras emociones, nuestros sueños, nuestros miedos. Pero luego hay un proceso de elaboración que dura tres o cuatro años y se convierte en una ficción», explicó Bruni Tedeschi en la presentación del film. Un château en Italie cuenta la historia de pérdida de raíces de una familia que vive en París y que se ve obligada a vender el palacio familiar en Italia debido a las dificultades económicas.
-REDFORD. A sus 76 años Robert Redford sigue dirigiendo películas y actuando en algunas tan complicadas como All is lost, presentada hoy en Cannes fuera de competición. Y está convencido de que ha sobrevivido porque estaba «dentro del sistema de Hollywood, pero no vivía en él». «Si hubiera vivido dentro del sistema, no estaría aquí ahora», señaló Redford, para quien instalarse en las montañas, lejos de las tentaciones de Hollywood e incluso de Nueva York, es lo que le ha permitido preservar su forma de ver el cine. «Es importante mantener las distancias y mantener separada la vida personal de la profesional», afirmó Redford en la presentación en Cannes de un film en el que es el único actor, un hombre que realiza una travesía en solitario en un velero en el Océano Indico, segundo largometraje de J.C. Chandor, tras Margin Call.
(Fuentes: Yahoo; Reuteres)