Por Mex Faliero
L´Exercice de l´État
, de Pierre Schoeller / 9 puntos
Producida por los hermanos Dardenne, uno espera de L´Exercice de l´État un film interesante e inteligente sí, pero con determinadas reglas formales. Sin embargo, Schoeller cumple en lo primero, pero construye un relato sumamente personal desde la forma, conduciendo con mano firme una historia en la que recorre los recovecos del poder político francés con una mano cercana al thriller de escritorio y un nervio que convierte el ritmo en frenético. Protagonizada por el gran Olivier Gourmet (aunque todo el elenco se luce, especialmente Michel Blanc), la película sigue al ministro de transporte francés en el preciso instante en que está por tomar una decisión fundamental en su vida: en ese camino se cruzan, como bisectrices cuestiones como la moral, la ética, la coherencia, la honestidad, todo teñido de los componentes que marcan la alta política y lo prosaico de los presupuestos y los nombramientos. No sólo ningún tema le queda grande a Schoeller, sino que además le incorpora tensión y convicción, incluso con algunos momentos notables como un accidente automovilístico fundamental. El director nunca cede ante los encantos del melodrama, y construye un film que se parece a su personaje central: alguien que no claudica nunca, pero que tiene que aprender a jugar con la bestia que es el poder. Una gran y enorme película, actual, urgente y ardiente.
El premio
, de Paula Markovitch / 7 puntos
La argentina Paula Markovitch, radicada en México, filma una historia basada en recuerdos de su infancia, que no tienen que ver con la suya específicamente, pero que dan una idea del espíritu que gobernaba una época: Cecilia es una pequeña niña que vive con su madre, recluidas en una casa al borde de la costa en San Clemente del Tuyú. La dictadura rodea el relato, y a veces lo invade un poco explícitamente, pero todo se sostiene gracias a que la película está construida alrededor Paula Galinelli Hertzog, una niña que tiene una frescura incuestionable y una calidez descomunal para interpretar un personaje mucho más profundo que lo que el aire infantil del relato supone. Tironeada entre lo institucional de la escuela y el exilio interior de su madre, en aquellos años 70’s, la protagonista irá aprendiendo algunas cuestiones sobre la verdad y lo que no se puede contar. Algunos diálogos un poco sobrescritos y la explicitud del personaje de la docente minimizan los alcances de un film que cuando puede hacer valer el punto de vista de la nena, funciona. Cierta fusión entre cine contemplativo y cine narrativo puede parecer algo contradictorio, pero es que también sobre las contradicciones viaja el relato y la pequeña Cecilia tendrá que aprender de ellas.