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Funcinema

1er Festival Ritmos del Mundo en Plaza del Agua

Riesgo distinguido

Por Gabriel Piquet y Matías Miranda / Fotos: David Pafundi

Domingo a la noche a Villa Silvina, previa colocación de pulseras para poder acceder al predio: nos dirigimos al parque donde estaba montado el escenario principal, aunque más tarde anunciarían que Santiago Vázquez no iba a tocar y por problemas técnicos los shows se realizarían en un salón interno. El público ya estaba ubicado. Improvisando un set acústico subió el dúo Skiadi: el contrabajista Steinar Raknes y la cantante yoiker Inga Juuso. Yoik es el nombre dado a un tipo de canto especial utilizado por el pueblo Sami (o Lapón). Los samis son los pueblos indígenas del ártico, que están diseminados por Noruega, Finlandia y Kola, península al norte de Rusia.

Desde las primeras notas la pequeña Inga logra la mixtura de sus sonidos guturales con el contrabajo de Steinar, generando que el público quede expectante y en silencio. Podemos rescatar un emotivo tema que le dedica a su hermana. También aquellos en los que Steinar toca el contrabajo solo y canta en inglés. Inga demuestra su buen sentido del humor en varias partes del show, inclusive lo deja bien implícito en el final de un tema, exagerando la entonación.

Al terminar el set de los noruegos se agregaron sillas para el público que estaba de pie, mientras se iban preparando las cosas para el show de Yusa: un músico toca dos didgeridoos, y explica el origen del instrumento australiano y las distintas afinaciones.

Sale a escena la cantante cubana Yusa, que ya desde las primeras notas de su guitarra electroacústica deja en evidencia su carisma y talento tocando además el bajo de cinco cuerdas, pasando por diferentes ritmos -cha cha cha, funk, rock, jazz-. En un momento recuerda su primer visita a la Argentina e invita a Mariana Baraj a escena y tocan un tema con base de chacarera. A esa altura la cubana ya tiene a todo el público de su lado y es en el anteúltimo tema donde interactúa con ellos pidiéndoles que salten en un determinado momento. Finalmente como cierre y con todos de pie en una melodía con cadencia funk termina el show invitando a la audiencia a bailar. Sin dudas Yusa sabe cómo manejar un espectáculo y uno se retira con ganas de seguir escuchando más.

Si bien sólo se pudo presenciar el último día, por comentarios de algunos de los presentes interpretamos que la presentación del Chango Spasiuk fue otro de los picos del evento. El primer festival de ritmos del mundo superó las expectativas en cuanto a artistas, aunque la falta de público y la poca difusión -su realización se conoció sobre la fecha- siguen siendo un problema para este tipo de eventos. Vale la pena el riesgo de los organizadores, quienes ya habían traído durante el año a la excelente pianista de jazz Paula Shocron, entre otros.

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