La 58ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que se celebrará del 17 al 25 de septiembre en esta ciudad del norte de España, dedicará una amplia retrospectiva al cine documental internacional contemporáneo titulada .doc-Nuevos caminos de la no ficción.
Según informa hoy Zinemaldia a través de su página web, el ciclo incluirá algunas de las muestras más representativas del género, ya que su objetivo es exhibir varias de las “más sugestivas propuestas del cine documental a lo largo de la última década”.
Entre ellas, la organización del festival donostiarra cita en su comunicado obras consideradas “autodocumentales” o “cine subjetivo” como En construcción, de José Luis Guerin (2001), que fue Premio Especial del Jurado del Zinemaldia; Más allá del espejo, de Joaquim Jordá (2006); y My Winnipeg, de Guy Maddin (2007).
Otra película destacada en la nota es Las cinco obstrucciones, de Lars von Trier y Jorgen Leth (2003), un documental “autorreflexivo”, que “se pregunta sobre la posición del documentalista ante el material que filma”.
Además, la organización del Zinemaldia cita otras obras de “cine-ensayo” y de “escritura experimental”, como Le souvenir d’un avenir, de Chris Marker y Yannick Bellon (2001); Auge/Maschine-Parts 1, 2, 3, de Harun Farocki (2002-2003); Los rubios, de Albertina Carri (2003); Profit Motive and the Whispering Wind, de John Gianvito (2007); y Mysterious Object at Noon, de Apichatpong Weerasethakul (2000).
El género incluye también el falso documental que utiliza “la retórica de la no ficción para contar historias de ficción”, como The Wild Blue Yonder, de Werner Herzog (2005), además de “los testimonios sociales e históricos planteados desde nuevas ópticas”, como S-21, la machine de mort Khmère rouge, de Rithy Panh (2003); West of the Tracks – Parts 1,2,3, de Bing Wang (2003); o Lucio, de José María Goenaga y Aitor Arregi (2007).
En esta retrospectiva también estarán presentes “las nuevas tendencias documentales planteadas por videoartistas y cineastas, y las que son producto del acceso a la tecnología digital” así como “las variaciones actuales sobre prácticas clásicas del documental”, de las que son ejemplo el cinéma vérité o el documental musical.
Entre estas últimas la organización resalta The Filth and the Fury, de Julien Temple (2000) y The Devil and Daniel Johnston, de Jeff Feuerzeig (2005).
El Zinemaldia precisa en su nota que esta nueva sección pretende “dar a conocer un terreno todavía por explorar, en el que el compromiso con la realidad no impide la reflexión formal sobre el medio audiovisual” y que “los espectadores, no sólo se pregunten cómo es la realidad que nos rodea, sino también qué posibilidades ofrece una cámara para hablar de ella”.
Recuerda asimismo que esta modalidad, “salvo contadísimas excepciones, había vivido más bien ajena a las historias del cine, de los festivales internacionales y de la memoria cinéfila”.
“Sin embargo -prosigue el comunicado-, el cine documental contemporáneo resulta tan increíblemente variado y proteico que incluso la noción clásica del término debe ser cuestionada”, pues “requisitos tradicionalmente asociados al documental como la objetividad, la seriedad de tono y la ausencia de expresividad no se consideran ya indispensables e incluso pueden ser evitados”.
Por este motivo, considera que “más que de documental parece más conveniente hablar de cine de no ficción, término que tiene la virtud de abarcar esta nueva heterodoxia del género”, al que el Zinemaldia dedicara este año su tradicional retrospectiva.
(Fuente: EFE)