16 febrero, 2025

1 comentario en «Vivir al límite»

  1. Acabo de ver la película. Es cierto que Bigelow tiene un punto de vista más que conformado respecto de la violencia (véase sino «Punto Límite», una de las obras más exquisitas del lado negro del «american way of life» y también «Días Extraños», una visión futurista sobre el fin del milenio que ya es historia reciente). Decía que ya se conoce bastante bien con la violencia esta ex mujer de Cameron -pequeño lastre por otra parte-. La película, yendo al fondo del asunto, es una descripción tremenda de la responsabilidad de ser lo que uno no quiere y de pretender liberarse al menos desde el plano mental. Es cierto que la falta de un enemigo visible los convierte a todos en posibles agresores, y esa incertidumbre sensorial en los protagonistas se trabaja bien en las diferentes escenas. Durante un primer largo rato tiene la extraña virtud de no dejarnos respirar tranquilos ni por un segundo, porque todo puede explotar en cualquier momento, o desencadenarse del modo más inesperado. Hemos compartido durante un tiempo la línea de fuego con estos americanos que no saben muy bien por qué les ha tocado ese destino, y allí se define un poco el costado filosófico de la película. Diré por último que transpiré con ellos, olí de cerca la pólvora y desesperé por la falta de un lenguage común con los iraquíes (esta incomunicación está muy bien transmitida en el filme). Debo decir, por todo concepto, que salí vivo de milagro.

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