La nueva película de Leigh Whannell funciona esencialmente como un policial futurista, por más que sobre el final caiga en giros pretendidamente astutos y un tono moralista.
Oliver Stone falla totalmente al abordar una suerte de biografía del ex agente de la CIA Edward Snowden. Un film sin tensión ni nada novedoso para ofrecer sobre un tema ampliamente conocido.
De esta forma, volverá a interpretar a Happy, el conductor personal de Tony Stark. El film de Marvel se está rodando en Atlanta y se estrenará en julio del 2017.