Es protagonizada por Miya Cech, Bryce Gheisar, Keith L. Williams, Kayden Grace Swan, Ben Daon y Paige Howard. Es dirigida por Dean Israelite, con Ron Howard como uno de los productores.
Clint Eastwood vuelve a abordar un hecho real, pero las operaciones discursivas y narrativas a las que aquí recurre lo llevan a perder la complejidad habitual de su cine.
La película de Stephen Chbosky utiliza al bullying apenas como un disparador para construir un drama familiar sobre los miedos y los aprendizajes necesarios para superarlos.
Una película que tiene como único objetivo ganarse la lágrima del espectador, y que sobrevive por la experiencia de un director que, aún en picada, mantiene cierto conocimiento de la herramienta cinematográfica.