Imágenes que se nos borran inmediatamente. Un cine que solo existe en el presente y no tiene futuro. Sobre esa impersonalidad se expresa el autor de esta nota.
Una nueva animación belga que llega a estas tierras. Una película que reproduce con acierto una estética del cine animado tradicional, aunque tampoco aporta demasiadas novedades.
Con la amabilidad habitual, pero también con la medianía que le es típica, el belga Ben Stassen entre otro film animado que resulta una aventura bastante módica.
Un film animado lejos de la excitación de las grandes firmas, pero que cuenta con coherencia una historia y justifica la animación como espacio imaginativo.